El alcalde de Estepona (Málaga), José María García Urbano (PP), que en las elecciones del pasado 24 de mayo revalidó la mayoría absoluta, se ha mostrado "encantado" de poder colaborar con la dirección regional del partido y "aportar mi experiencia profesional y como gestor".

Después de que el presidente del PP-A, Juanma Moreno, mostrara su intención de incorporar a su equipo a gente que "hace las cosas muy bien", como el alcalde de Cabra (Córdoba), Fernando Priego, que también ha revalidado la mayoría absoluta, o el propio García Urbano, éste último ha señalado a Europa Press que será una cuestión que "en las próximas semanas habrá que concretar".

Aunque "una ciudad como Estepona, que tiene casi 100.000 habitantes en invierno y casi 200.000 en verano, exige, se trata de cuestiones compatibles", por lo que ha dicho estar dispuesto a "aportar mis ideas y las de mi equipo al PP andaluz".

"Un buen trabajo"

"Un buen trabajo" el suyo al frente del Ayuntamiento de Estepona, que se ha traducido en "un muy buen resultado electoral", manteniendo los 17 concejales de una Corporación compuesta por 25. De hecho, García Urbano es el alcalde más votado del PP en las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes. Ante esto, ha agradecido a los vecinos que "hayan valorado tanto nuestra labor" y también a Moreno por "acordarse de mí".

García Urbano ha precisado que "desde hace mucho tiempo" tiene "una relación muy próxima" con el líder del PP-A y, "al igual que yo sé el trabajo que está haciendo en toda Andalucía, él conoce la labor y el método de funcionamiento que hemos tenido en Estepona". "Por tanto, entre él y yo no ha habido ningún descubrimiento reciente", ha aseverado.

Ha considerado que "muchas de nuestras medidas son extrapolables a otras ciudades". De todos modos, ha dejado claro que "no pretendo dar lecciones a nadie, y menos a compañeros que han conseguido revalidar cuatro o cinco mayorías absolutas, aunque ahora no hayan podido".

En cualquier caso, se trata de un método de trabajo "muy sencillo": "austeridad, eliminación de privilegios entre los políticos, cumplimiento estricto del programa electoral, determinación firme en la toma de decisiones, mucha participación ciudadana y acción global de gobierno, es decir, adoptar desde el primer día muchas iniciativas de manera simultánea para que se transmita la sensación de cambio y el cambio en sí".

Nuevo escenario político

Ante el escenario político abierto tras las municipales, con la entrada de nuevas formaciones y la pérdida por parte del PP de mayorías absolutas consolidadas, García Urbano, que bien es cierto que no tuvo que competir con Ciudadanos (C's), al no presentar candidatura en Estepona, ha abogado por que gobierne la lista más votada y ha advertido de que "ejecutivos multipartitos han demostrado una enorme inestabilidad y ser nefastos", haciendo referencia directa al municipio que ahora preside.

Ha opinado, igualmente, que ayuntamientos de la provincia como pueden ser los de la capital, Marbella o Torremolinos o la propia Diputación "merecían haber revalidado la mayoría absoluta; merecían un aprobado muy alto de los ciudadanos".

Este notario de profesión ha recordado que llegó a la política hace sólo cuatro años y lo hizo "por puro patriotismo": "era la forma que vi de dar cauce a la necesidad que tenía de dar servicio a mi país". Eso implica "estar a disposición de los intereses de España, pero también de los del Partido Popular".

García Urbano llegó en 2011 a un ayuntamiento con un pasado marcado por las crisis políticas y la acumulación de deudas, pero sobre todo por el caso 'Astapa', contra la presunta trama de corrupción en el Consistorio esteponero.

Acción de gobierno

Frente a "una enorme deuda", una de sus primeras medidas fue la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), al no conseguir pactar con los sindicatos una reducción salarial, y es que, según ha recordado, los sueldos del personal del Ayuntamiento suponían el cien por cien del presupuesto.

"No podíamos ni pagar la luz", ha advertido, por lo que "era evidente que había que hacer una reestructuración". Aparte de esa medida, "se han tomado muchas otras, consiguiendo que los servicios se presten igual o mejor, pero gastando mucho menos".

Además, también ha destacado la "coherencia" demostrada porque "he sido austero con el personal, pero empecé aplicando esa austeridad a mí mismo, renunciando al coche oficial, al móvil, a tarjetas...". Algo que "los ciudadanos acabaron entendiendo, sobre todo cuando ven que ese ahorro no va a cuestiones superfluas, sino a inversiones productivas reales y a proyectos que ellos reclaman".

Como ejemplos concretos, de unos 150 móviles en el Ayuntamiento se pasó a sólo cuatro, que tienen los jefes de la Policía Local y de Bomberos y el electricista y el fontanero de guardia. El alcalde y los concejales se pagan las llamadas de su bolsillo. Tampoco hay vehículos oficiales: "yo salgo de mi casa en mi coche y vuelvo a ella en él como todos los trabajadores".

En cuanto a sus objetivos para estos próximos cuatro años, una vez que sea investido alcalde el 13 de junio, de forma general, desarrollar el programa electoral: "si en este mandato hemos cumplido 91 de las cien propuestas, en el nuevo voy a intentar cumplir el cien por cien". Y, yendo a lo más concreto, trabajar para exigir a la Junta que sea una realidad el tan demandado hospital, "una necesidad inaplazable".