­No más declaraciones públicas, ni por parte del PP ni de Ciudadanos como interlocutores. Así ha quedado aparcada de momento la crisis de gobierno abierta dentro del Ayuntamiento de Mijas. Ayer no hubo ni siquiera un comunicado oficial sobre lo mucho que se habló en la Tenencia de Alcaldía de La Cala de Mijas a lo largo de toda la mañana, con la presencia de líderes supramunicipales como Margarita del Cid (PP) y Carlos Hernández White (Ciudadanos).

«Habrá nuevas reuniones, pero la disposición por ambas partes es positiva», fue lo poco que se pudo saber tras el almuerzo a través de los canales oficiales. Mucho más tarde llegaron nuevos matices: «A las dos horas que dicen que han estado reunidos hay que añadirles otras dos. Ha habido tensión y no ha sido todo tan cordial. Ahí sólo se ha hablado. Poca predisposición a escuchar había», dijo uno de los pocos integrantes del PP local que sí rompió su silencio a última hora de la tarde.

A esa hora también pudo atender a este periódico la secretaria general del Partido Popular en Málaga, Margarita del Cid: «Ha sido la primera de otras reuniones que van a celebrarse en los próximos días. La única conclusión que se puede avanzar es que el encuentro ha sido bastante positivo. Vamos a seguir trabajando», espetó.

Según fuentes oficiales de Ciudadanos, la impresión general es también positiva. «Las sensaciones son buenas». El problema de esta serie de afirmaciones es que requieren matices, los que ayer no trascendieron públicamente. Porque los principales protagonistas de la reunión eran el alcalde, Juan Carlos Maldonado (C´s), y el primer teniente de alcalde y exregidor del municipio los cuatro últimos años, Ángel Nozal. «Está reciente aún el cruce de palabras subidas de tono que ha habido», añadía uno de los integrantes del PP mijeño.

Heridas por cicatrizar

«No os han dicho nada, porque no hay nada que contar. La crisis está ahí, digan lo que digan». Incluso se atrevía a decir un militante popular que ya «es bastante» que Maldonado y Nozal se hayan sentado cara a cara «para poder hablar del problema de egos que tienen». Y es que las tensiones desde el 13 de junio casi han sido constantes. Nozal, al parecer, no ha dejado de tender la mano a Maldonado para establecer líneas de trabajo «sin interferencias». Para el regidor, las delegaciones municipales «no son departamentos estanco».

La pérdida de confianza, según las fuentes consultadas, «es manifiesta. Pero es que además sobre la mesa, todavía calientes, hay heridas que tardarán semanas o meses en cicatrizar». Por este motivo, a Del Cid y Hernández White todavía les queda por delante «una larga serie de visitas para evitar el divorcio del que habla Nozal».