Los trabajadores de la escuela de hostelería de La Fonda, en Benalmádena, continúan manifestando su desesperación y malestar por la actitud que mantiene la Junta de Andalucía, a la que acusan de querer «dejar morir» este centro de formación para el empleo. En un comunicado, la plantilla asegura que «no soporta más la falta de seriedad» por parte del Gobierno andaluz.

Según explica Carmen Sánchez, portavoz de los docentes, «a pesar de tener un proceso de selección abierto con autorización de la Dirección General de Formación para el Empleo, no sabemos cuándo van a empezar el curso, no sabemos ni en qué Consejería estamos y lo peor llevamos cuatro nóminas sin cobrar y todo indica que hasta septiembre o más no tendremos noticias de nada».

Sánchez hace referencia a la noticia publicada por La Opinión de Málaga en la que el consejero de Economía de la Junta, José Sánchez Maldonado, reconocía que al menos, hasta septiembre, las escuelas de formación para el empleo no iban a poder funcionar con normalidad, a pesar de que la Junta está trabajando «lo más rápido posible», según dijo, para llevar a cabo el tránsito de competencias entre las Consejerías de Educación a la de Empleo.

Por este motivo, los profesores denuncian que la Junta está incumpliendo la ley «ya que en BOJA publicaron este traspaso de competencias» que parece no terminar nunca. «Estamos en un limbo administrativo y no sabemos que más hacer», sostienen los profesores. «Sólo queremos seguir formando y cobrar nuestras nóminas», insisten.

Ya no se creen las promesas de la Junta, después de los continuos incumplimientos y los obstáculos que han encontrado en su camino durante los tres últimos años. «Paradójicamente estamos en la Costa del sol donde vivimos gracias a la hostelería. Y a nuestros políticos se les llena la boca diciendo que el turismo es el motor económico», concluyen.

Los trabajadores de la escuela de Benalmádena llegaron a estar sin cobrar durante 10 meses. El curso pasado ni siquiera llegó a empezar. Por este motivo, desde el pasado verano hasta el mes de marzo estuvieron manifestándose, concentrándose y hasta celebraron un encierro de cuatro días en las instalaciones de La Fonda. La Junta se puso al día y saldó su deuda en marzo. Pero el curso se perdió definitivamente, ya que los alumnos que se habían matriculado desistieron.

Ahora tampoco cobran. Junto a otros consorcios, entre ellos La Cónsula -en la misma situación- se manifestaron el jueves ante la Consejería de Educación en Sevilla, en el edificio Torretriana.

Además, sobre La Fonda pesa una orden judicial de embargo de sus bienes materiales para hacer frente al pago de la indemnización de dos profesores que denunciaron a la escuela por impago. Orden que, de momento, está en suspenso.