­Cuando la camioneta de la Agencia Nacional Contra el Crimen y Crimestoppes llegue a la Costa del Sol, seguramente hará una parada en Fuengirola para reproducir a toda pantalla el rostro de John Barton, un británico condenado en ausencia a 20 años de prisión en 2003 por introducir heroína en su país entre 1999 y 2001. A sus 53 años, la única pista de la policía es que tiene algún contacto en el municipio malagueño.

El tráfico de drogas es el delito que más se repite en la lista de los 18 hombres más buscados en nuestro país por la justicia de Reino Unido, pero no es el único. Mohammed Jahangir Alam, de 32 años, desapareció de la tierra antes de ser condenado a 14 años por abusar de una mujer durante los años que vivió en Bradford. Fatah Benlaredj está acusado de violar a una niña de 7 años, mientras que Carlo Dawson está acusado de agredir sexualmente a un niño al que también fotografió de forma obscena. Según las autoridades, no era la primera vez, ya que creen que entre 1996 y 1997 hizo lo propio con una niña de 12 años y un ordenador intervenido en 2013 por la policía reveló más imágenes con contenido pedófilo. Paul Buchanan, natural de Nueva York, no llegó a consumar su ataque sobre una mujer en Redditch (sur de Birmingham), a la que persiguió y finalmente arrastró por un camino para intentar agredirla sexualmente sobre un coche. Los gritos de la víctima alertaron a los habitantes de una casa.

En el campo de los asesinatos, en la lista destaca la presencia de Christopher Guest More, un británico de 36 años que hace apenas dos años dejó un rastro en la Costa del Sol durante una visita a su hijo. A Guest lo implican en la brutal muerte, previa tortura, de Brian Waters en junio de 2003 junto a otros delincuentes que entonces ingresaron en prisión. El crimen, cometido en una granja de Knutsford (Cheshire), se produjo cuando la víctima y su familia fueron asaltados por varios hombres que le reclamaban una supuesta deuda de 20.000 libras. La negativa o la imposibilidad de pagar le costó golpes, quemaduras con ácido y grapas por el cuerpo hasta que finalmente fue colgado bocabajo y golpeado mortalmente con una barra de hierro.

Kevin Thomas Parle, que también ha sido buscado con insistencia por la policía en Málaga y Alicante, está reclamado por su presunta participación en la muerte de un adolescente de 16 años que fue asesinado a tiros en Liverpool en 2004.