­Andalucía ha incorporado nuevas Zonas Especiales de Conservación (ZEC). En total son 37.352 hectáreas a las que se han unido nueve áreas marítimo-terrestres del litoral andaluz. Y, entre ellas, está Calahonda, en la localidad malagueña de Mijas.

La nueva ZEC Calahonda tiene más de 1.400 hectáreas y se encuentra en la costa occidental de Málaga. La protección de este enclave se basa en la convivencia de especies de origen norteafricano, atlánticos y mediterráneos en un mismo enclave. Además, la fauna marina es muy rica y variada en peces e invertebrados, sobre todo en los puntos de arrecife y las praderas de posidonia oceánica. En esta zona también son características dos especies de fanerógamas marinas.

Con las nuevas adhesiones al programa, son ya 140 los espacios protegidos en Andalucía, todos estarán incluidos en la red europea Natura 2000.

Andalucía es, detrás de Canarias, la segunda comunidad autónoma en España con mayor longitud de costa preservada, y es que uno de cada tres kilómetros costeros están dentro de la red de espacios naturales. Las franjas marítimas en Andalucía que ya contaban con esta protección son los enclaves de Maro-Cerro Gordo (Málaga-Granada), Doñana (Huelva-Cádiz), el Estrecho (Cádiz), Cabo de Gata-Níjar (Almería).

¿Qué es una ZEC? La declaración de una paraje como ZEC lleva intrínseca la inclusión a la red europea Natura 2000. Bajo esta sigla se aglutinan los hábitats que responden a los cánones continentales de valor ecológico. Los principales objetivos de la red es el mantenimiento y la recuperación de hábitats y especies de la flora y fauna autóctona de la zona. A los enclaves ZEC y a su gestión pública se les reconoce un plus de reconocimiento.

En esta red Andalucía tiene un gran peso y puede presumir de ser una de las mayores extensiones de territorio protegido en la Unión Europea y la mayor de España con casi 2,7 millones de hectáreas.

De manera general, las nuevas ZEC están caracterizadas por la total continuidad ecológica entre los ámbitos marítimos y terrestres, además del reconocimiento de una amplísima variedad de ecosistemas. Entre ellos, caben a destacar arrecifes, praderas de posidonia oceánica, dunas, llanos fangosos y arenosos, calas de escasa profundidad y acantilados con vegetación mediterránea exclusiva.

En los hábitats marinos están tres de las cuatro especies de fanerógamas marinas europeas que se recogen en el listado comunitario de especies silvestres con protección especial. Igualmente, también está la lamprea marina y lapa ferruginosa (único molusco de las costas españolas en peligro de extinción).