­No pasó nada, pero el susto que se llevaron ayer los vecinos de la urbanización Islandia, en el núcleo mijeño de Riviera del Sol, van a recordarlo durante años. Un coche de alta gama, en concreto un BMW, aparcado en su parking desde hace un mes contenía en su maletero todo un arsenal armamentístico. Un habitante del edificio, alarmado al comprobar que habían rociado el material de un extintor sobre el automóvil, llamó al Sistema de Emergencias 112 Andalucía.

Rápidamente, se puso en marcha el protocolo establecido para este tipo de casos, de forma que hasta el lugar se desplazaron efectivos de bomberos, la Policía Local de Mijas, miembros del Grupo especial de desactivación de explosivos (Gedex) de la Guardia Civil y dos ambulancias. Además, dos hospitales estaban en alerta por lo que pudiera pasar.

En el interior del maletero del BMW había morteros, granadas y un Hallan un coche con morteros, un fusil AK-47, conocido como Kalashnikov, y granadas de mano de dos tipos.

El coche, según fuentes de la investigación consultadas por La Opinión de Málaga, llevaba un mes aparcado en el parking de la urbanización islandia y se sospecha que es robado.

Las fuentes descartan que se trate del coche de un coleccionista de armas o que su hallazgo esté relacionado con el terrorismo yihadista, como se rumoreó. «Tiene más que ver, por lo que parece, con una banda mafiosa, con el crimen organizado. Tal vez sea de algún miembro de una organización que lo ha dejado ahí aparcado», conjeturaron, aunque todo ello habrá de determinarlo la investigación que ya ha puesto en marcha el Instituto Armado. Así, se tomaron huellas del coche para tratar de determinar la identidad del dueño.

Como medida elemental de precaución, en la tarde de ayer se desalojó a la totalidad de los vecinos del edificio y el lugar fue acordonado, aunque en ningún momento hubo riesgo de explosión, precisamente porque las armas estaban desactivadas. Pese a todo, los especialistas en explosivos de la Guardia Civil abrieron el maletero, analizaron el automóvil y retiraron el material. Ya bien entrada la tarde, los habitantes del edificio pudieron retornar a sus casas.

Lo cierto es que los expertos del Gedex llevaron las granadas y explosivos a la cantera de Mijas para detonarla y ver si había alguna activada con el fin de anular su potencial poder de deflagración, lo que hicieron en la tarde noche de ayer. «No hubo peligro porque la zona estaba acordonada, y en circunstancias normales este material no suele explotar como ocurre con las granadas de la Guerra Civil, pero hay que tomar precauciones por si acaso, y así se actuó», aclararon las fuentes. El desalojo, por tanto, fue preventivo.

Las fuentes insistieron en que fue la colaboración de un vecino, que detectó que un extintor había sido vaciado en el coche, fue crucial para resolver sin mayores problemas el asunto. Su llamada permitió llevar a cabo el desalojo preventivo de la urbanización sin mayores problemas y sin que la alarma generada fuera excesiva, aunque en un principio algunos de los habitantes de la zona pensaron que el material explosivo podía estallar en cualquier momento, lo que no era probable.

Ahora, los expertos de la Policía Científica tratarán de determinar, siguiendo los vestigios hallados en el automóvil, a quién pertenece éste y por qué llevaba en torno a cuatro semanas estacionado -o abandonado- en el garaje de esta urbanización.