La investigación sobre el último tiroteo registrado en Mijas en el que murió el irlandés Gary Hutch, de 34 años y vinculado a la familia Kinahan, se centra en «la posibilidad de un nexo con otros sucesos anteriores en esa zona», según informó ayer el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, quien añadió que la investigación «sigue abierta», pero aún no existen «conclusiones que se puedan transmitir». La víctima, que sobrevivió a ataques similares en 2008 y 2014 en Estepona, murió tras recibir varios disparos en la urbanización Ángel de Miraflores a manos de un encapuchado, que huyó en un coche que posteriormente fue hallado semicalcinado en Cabopino, en Marbella. El crimen es idéntico al que sufrió en Marbella en septiembre del año pasado Gerard Kavanagh (44), también vinculado a la familia irlandesa más conocida por la policía en la Costa del Sol. Dos individuos armados con pistolas y pasamontañas lo acribillaron y huyeron en un coche que más tarde apareció en llamas. La Guardia Civil también estudia la posible vinculación del último crimen con el que se produjo sólo una semana antes en Mijas. Concretamente el 18 de septiembre, cuando un hombre de 30 años recibió varios tiros de dos individuos que se desplazaban en moto.