«La foto es impactante, difícil de imaginar años atrás. Han sido años y años de distanciamiento, pese a que gobernaba el Partido Popular en ambos municipios. Ahora hemos podido ver a dos alcaldes que dejan atrás posicionamientos partidistas y que se encuentran para ver lo que les une, no lo que les separa». Así describe José Ortiz, regidor socialista de Torremolinos, la estampa correspondiente a la concesión de la primera Medalla de Honor de su ciudad a Francisco de la Torre, su homólogo en Málaga capital.

Una y otra localidad dejaron de formar parte de un mismo municipio en 1988. La segregación de la localidad torremolinense propició la celebración anual de la propia autonomía del municipio. Pero en esta ocasión, 27 años después, del nuevo galardón, la reseñada medalla honorífica, ha recaído en un regidor que en contadas ocasiones tenía las puertas abiertas en el Consistorio torremolinense.

Para Ortiz no es tiempo de mirar siglas políticas. Añade que su relación es casi inmejorable con la Diputación o con la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental. Y agrega como ejemplo de que corren nuevos tiempos, su reciente visita a Estepona, donde gobierna con mayoría absoluta el Partido Popular. «Fuimos hasta allí para ver el modelo de cambio que han logrado desarrollar en su centro urbano. Miramos proyectos e ideas que se puedan implementar en nuestra ciudad. Importan las personas, no sus siglas políticas. En el caso del municipio esteponero nos une que lograron cambiar el guión con una deuda muy grande, como nos pasa a nosotros. El alcalde nos enseñó durante dos horas la ciudad y queremos aplicar parte de lo aprendido», argumenta Ortiz.

Con alrededor de un millón de turistas anuales, paradójicamente en Torremolinos los hoteles han logrado reconvertirse en muchos casos, sin que los visitantes de los mismos o los residentes en las urbanizaciones acudan al centro histórico. Así se han ido cerrando de manera progresiva los locales comerciales y hasta las grandes firmas se fueron a otros municipios cercanos.

Una realidad común

Torremolinos también quiere aprender de Málaga capital, de su reciente crecimiento como destino turístico. Por eso el diálogo entre Ortiz y De la Torre no se limitará al reconocimiento público todavía reciente. El regidor torremolinense expresó en dicho acto: «En 1988 comenzó un nuevo tiempo para Torremolinos y Málaga, con plena autonomía para dirigir nuestros destinos, un destino que hoy vuelve a reencontrarse». Pero al mismo tiempo propuso a De la Torre «un pacto de cooperación, solidaridad, compromiso y de proyectos compartidos, que abrirá un nuevo tiempo lleno de ilusión y progreso en común entre dos ciudades hermanas».

Para su homólogo, el regidor de la capital, el entendimiento es la vía natural a la relación entre ambos términos municipales: «Como vecinos estamos llamados a entendernos en la labor de servir a nuestros vecinos. Por tanto, cabe responder a esta voluntad de pacto en los mismos términos que defiende el alcalde de Torremolinos y establecer líneas de trabajo en común para sumar esfuerzos por el bien de nuestras ciudades».

Fueron palabras que resonaron con fuerza entre los presentes, porque el propio De la Torre se encargó de remarcar que recogía la distinción «emocionado, al hacerlo en nombre de todos los vecinos de Málaga».