­Aunque los investigadores prefieren ceñirse a los resultados definitivos que arroje la autopsia, la primera inspección ocular del cadáver ya les hizo que la mujer murió como consecuencia de los golpes que presuntamente le había propinado su marido. A los traumatismos que presentaba el cuerpo, los agentes fueron sumando otros argumentos para pensar que podrían enfrentarse a un nuevo caso de violencia de género. Si la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Rosa del Mar Rodríguez, aseguró que en España no constan denuncia previas de la fallecida, los agentes sí reunieron informaciones que apuntaban a algún incidente violento reciente entre la pareja, de origen finlandés y con dos hijos de 8 y 10 años que quedaron bajo la tutela de las autoridades, ya que al parecer se encontraban en la Costa del Sol pasando un periodo vacacional amplio.

El suceso se conoció sobre las 8.00 de la mañana de ayer en un bloque de viviendas de la avenida de Los Boliches. Los gritos del hombre atravesaron los muros de la vivienda y los vecinos, temiéndose lo peor, llamaran a la Policía Local de Fuengirola. No se equivocaron. Cuando los agentes lograron acceder a la vivienda comprobaron que en ella, donde también estaba su pareja y los dos niños, yacía el cuerpo de la mujer con evidentes signos de violencia.

Cuando los servicios sanitarios certificaron el fallecimiento, el caso pasó a manos de la Policía Nacional, que detuvieron al varón y precintaron la vivienda para que la sus compañeros de Científica analizaran cada palmo del apartamento para hallar indicios que aporten nuevos datos sobre el crimen. El Ayuntamiento de Fuengirola ha convocado para mañana un minuto de silencio que se celebrará a las 12.00 a las puertas del Consistorio.

La muerte de esta mujer no fue la única que se produjo ayer bajo la sombra de la violencia machista. En plena madrugada, Celia R.P., de 38 años, fue apuñalada en plena calle en Ponte Sampaio, en Pontevedra, y la Guardia Civil detuvo posteriormente a su expareja. Ambos casos elevan a 39 las víctimas mortales de violencia la violencia de género, de las que cuatro se han producido en Málaga.

Casos en la provincia

El primero de ellos se registró en febrero, cuando un hombre de nacionalidad lituana mató presuntamente a su mujer cuando ambos pasaban unos días de vacaciones. La autopsia reveló que la víctima murió estrangulada y desmontó la versión accidental del hombre, de 52 años, que inicialmente declaró que ella se golpeó la cabeza como consecuencia de un empujón.

En marzo, una mujer de 31 años fue asesinada en Alhaurín de la Torre por su pareja, que acto seguido se quitó la vida. La principal hipótesis que barajó la Guardia Civil es que el crimen lo detonó una discusión por motivos económicos y laborales.

En junio, una turista danesa también murió en un hotel de Torre del Mar y su pareja, de 50 años, fue detenido por su presunta implicación en los hechos. El informe forense concluyó que la víctima falleció asfixiada, aunque no el mecanismo que lo provocó. Pese a que entonces no quedó acreditado que se tratara de un caso de violencia machista, el juez que tomó declaración al sospechoso lo envió a prisión acusado de un presunto delito de homicidio.

A mediados del mes de julio, un hombre de 58 años y una mujer de 60 fueron hallados muertos en una vivienda de Mollina minutos después de una discusión que presenció la hija de él antes de marcharse para pedir ayuda. Cuando la Guardia Civil llegó a la vivienda se encontró con los dos cadáveres. Los investigadores concluyeron que los celos y viejas rencillas de la expareja, que se habían encontrado ese día en el pueblo después de mucho tiempo, desencadenó la tragedia.