El Ayuntamiento de Mijas volvió ayer a expresar su apoyo y colaboración al CioMijas y manifestó que prestará todas las herramientas a su alcance para lograr acuerdos. «Con los trabajadores porque son 25 puestos de trabajo, con los empresarios porque generan riqueza y damos una oferta turística y con el centro en su conjunto porque es un espacio de referencia y formación necesario para capacitar a nuestros futuros empleados». Así lo explicó el alcalde de la localidad, Juan Carlos Maldonado, después de reunirse con patronal y sindicatos.

Miguel Sánchez, representante de la UTE y presidente de la CEM, Confederación de Empresarios Malagueños, fue uno de los interlocutores y le expuso el momento que vive el hotel internamente, « se acaba el contrato, el hotel se cierra y no tienen interlocutor para poder hablar del cierre y terminar los inventarios», informó el Ayuntamiento de Mijas en un comunicado. Los representantes de la UTE trasmitieron una «gran preocupación» y por otro las grandes posibilidades que permitirían que las instalaciones continuaran su actividad normal «si el Gobierno andaluz se aviene a colaborar después de estos meses de cierre y despidos, porque es un centro que nunca tenía que haber llegado a esta situación ya que allí no se ha cometido absolutamente ninguna irregularidad».

El cierre del hotel pone en jaque 70 puestos de trabajo, que se recuperarían si se evita «y existe un plan que apoye la Junta de Andalucía para volver a abrir». Sánchez aseguró ayer al alcalde que llevan desde 2013 sin cobrar parte de los cursos que se han impartido, a lo que se suma el cierre durante estos años (2014 y 2015), pero aún así se ha dado clase a 3.200 alumnos que han pasado por allí. «Hemos mantenido el centro y nos ha costado una verdadera fortuna», dijo.

El Ayuntamiento forma parte del consorcio en el 20%, por eso ayer Maldonado mantuvo también una reunión con los trabajadores. «Ambas partes coinciden en lo mismo que nosotros: queremos que el CioMijas tenga actividad (el hotel y la escuela). Una situación de empleo que los trabajadores plantean en lugar de que haya una extinción del contrato. Que haya una suspensión temporal (un ERTE) hasta que el consorcio no tenga viabilidad para que el SAE lleve a cabo la explotación del centro».