­El cadáver de un hombre con las manos atadas a la espalda y con tres impactos de bala sólamente fue la punta del iceberg. Bajo la superficie había una organización internacional especializada en volcados, es decir, el robo de alijos de droga a otros narcos empleando toda la violencia necesaria. La operación, desarrollada por la Guardia Civil en la Costa del Sol, Madrid, Toledo y Guadalajara y adelantada por La Opinión de Málaga a principios del pasado mes de octubre, ha supuesto la detención de 14 personas de nacionalidad cubana y colombiana.

La investigación comenzó en mayo, cuando la Guardia Civil encontró el cadáver de un ciudadano norteamericano de 34 años en una vivienda del municipio de Mijas.

Según informó ayer el instituto armado, el hallazgo del cadáver permitió a los agentes descubrir que, horas antes de su muerte, el hombre había mantenido una entrevista con dos personas para hacer una venta de droga a los mismos. Lo que desconocía la víctima es que esas personas pertenecían a un grupo criminal que lo había estado sometiendo desde hacía tiempo a una estrecha vigilancia para conocer sus movimientos, hábitos y lugares que frecuentaba utilizando tecnología de primer nivel.

Finalmente, bajo engaño, el fallecido acompañó a uno de los delincuentes a una vivienda para realizar la transacción final de la cocaína, pero resultó ser una encerrona. En el interior del piso aguardaba el resto de la organización, que se abalanzaron sobre él para maniatarlo y pegarle tres tiros. Durante las dos fases en las que se articuló la operación se han detenido a 14 personas, todas ellas de nacionalidad cubana y colombiana, de las que trece han ingresado en prisión acusados de los presuntos delitos de asesinato, tráfico de drogas, falsificación de moneda, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal. Entre ellos se encuentra el supuesto líder, de origen cubano y considerado como muy peligroso por los propios investigadores.

Los registros, algunos de ellos realizados en viviendas localizadas en la avenida de Carlos Haya y en Torremolinos, han permitido intervenir hasta 32 kilos de cocaína valorados en unos 1.108.000 euros; siete vehículos tasados en alrededor de 120.000 euros; 508.000 euros falsificados y 10.000 euros en efectivo. De la misma manera, los agentes encontraron hasta tres armas de fuego cortas, una dotada con silenciador; dispositivos de localización y seguimiento; medios técnicos de captación encubierta de imágenes y uniformes y placas falsas de identificación de la Policía Nacional con los que se hacían pasar por agentes ante los narcos a los que robaban los estupefacientes.

La investigación ha sido desarrollada de forma conjunta por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA), perteneciente a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, y el Grupo de Drogas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita.