El Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia en Málaga (STAJ) solicita que, para acabar con la dispersión de sedes judiciales en Torremolinos, se construya en la localidad costasoleña un palacio de justicia como los que se edificaron en Antequera, Ronda, Coín, Vélez Málaga o en la capital.

Actualmente, Torremolinos tiene tres sedes judiciales, todas ellas en la Avenida Palma de Mallorca: en el número 24 de esa vía se encuentran los juzgados de Primera Instancia números 1, 2, 3 y 4 y el Registro Civil; en el 39, los juzgados de Instrucción y Primera Instancia número 5, y en el 32 los juzgados de Instrucción del uno al cuatro.

Uno de los responsables del sindicato en Málaga, José Manuel Peñuela, explicó ayer que en el número 24 los cuatro funcionarios del Registro Civil viven una complicada situación por la falta de espacio y las condiciones en las que trabajan. «Están en la entrada, hay pocos metros cuadrados y en ese espacio se encuentran el guardia civil, el arco de entrada, un mostrador con un funcionario, una estantería y, justo detrás, otros tres empleados públicos», señala. Ellos están en la planta baja, y hay dos más, cada una de ellas con dos órganos de Instrucción y un sótano con el archivo judicial.

«No hay sala de espera para los ciudadanos que acuden cada día allí a registrar nacimientos, defunciones o a instar la tramitación de expedientes de nacionalidad», explica este dirigente sindical, quien añade que cada día de media son atendidas unas cincuenta personas en esas oficinas y, si se alargan los trámites, se forman colas en la puerta haga frío o calor. En números redondos, además de las dudas y quejas ciudadanas, son atendidas unas mil personas cada mes.

A la falta de espacio y de salas de espera o sillas hay que sumar los cables de electricidad y las cajas de la luz de la pared están colgando y algunos de ellos pelados, señala Peñuela, quien incide en que ello supone un peligro para los trabajadores y los ciudadanos.

Un tercer problema es que, cada vez que llueve, se producen filtraciones y charcos, sobre todo en el sótano. También hay humedades en las paredes. «Si los cables están colgando y la pared y el suelo están mojados... pues imagínese el peligro», reflexiona.

«Todo esto lo denunciamos porque no hay instalaciones adecuadas y Torremolinos soporta una gran dispersión judicial en perjuicio del servicio al ciudadano, por lo que es necesario construir una Ciudad de la Justicia como las que se han hecho en Antequera, Vélez Málaga, Coín o Ronda», señaló.

Esta petición se ha planteado varias veces ante la Consejería de Justicia e Interior, pero las respuestas siempre acaban esgrimiendo la falta de dinero por la situación de crisis económica.

El secretario provincial de STAJ, Juan Antonio Luque, asegura que se ha reiterado esta solicitud desde hace mucho tiempo, porque la población que atienden los juzgados supera las 70.000 personas y se duplica a lo largo del verano.

«El número de juzgados es manifiestamente insuficiente y las sedes dispersas dificultan el acceso a la justicia, además de que los edificios no presentan las condiciones adecuadas», señala.

A todo ello se suma que los juzgados de guardia, como ocurre en el resto de la Costa del Sol, han de hacer las largas guardias del verano y de otros periodos vacacionales con la mitad de la plantilla, «algo inaudito».

Imagen de la Costa del Sol. Luque recuerda que Torremolinos y la Costa del Sol por extensión son lugares eminentemente turísticos, por lo que es necesario reflexionar sobre el impacto que tiene en los extranjeros la situación en la que se encuentran algunas sedes judiciales en términos de imagen y pone, como ejemplo, el estado del edificio de Torrox.

«La Junta vende la Nueva Oficina Judicial de Vélez Málaga pero los edificios de la Costa del Sol, desde Estepona a Fuengirola pasando por Marbella, están en una muy mala situación», subraya, para añadir después que los funcionarios, para más inri, «no tienen sus riesgos laborales cubiertos».

La Ciudad de la Justicia de Málaga fue la gran apuesta de la Junta en cuando a infraestructuras judiciales en la comunidad y luego se han levantado otras, al igual que también se impulsó este tipo de sedes agrupadas en todos los partidos judiciales de la provincia aunque la crisis económica cortó, a partir de 2008, los proyectos que había sobre la mesa y ya solo se terminaron los que se habían iniciado. Coín, por ejemplo, pasó de tener los juzgados en una nave industrial a contar con un nuevo edificio.