La Policía Nacional ha desarticulado en Estepona un grupo itinerante que usaba bolsos preparados para evitar las alarmas y así cometer hurtos en comercios. En la actuación han sido detenidas ocho personas y se han recuperado productos sustraídos valorados en más de 10.000 euros, aunque fuentes de la Comisaría Provincial de Málaga apuntan a que el grupo, compuesto por seis mujeres y dos hombres, habría logrado un botín de aproximadamente 600.000 euros en tres meses. Los detenidos, que se distribuían en pequeños grupos formados por dos o tres componentes, actuaban en establecimientos comerciales de Málaga, Granada y Cádiz en jornadas de doce horas y enviaban todos los efectos sustraídos a Rumanía a través de empresas de transporte rumanas.

La investigación ha revelado que los hombres eran los encargados de conducir los vehículos y de distribuir a las mujeres por las distintas superficies mientras ellas eran las responsables de sustraer la mercancía elegida y sacarla del local oculta en bolsos preparados para evitar que saltaran las alarmas a la salida.

Una vez en el exterior, las esperaban los conductores, que las trasladaban hasta otro de los objetivos, y después regresaban juntos a la vivienda que ocupaban en el municipio de Estepona. Las investigaciones se iniciaron a principios del pasado mes de noviembre, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la presencia en Marbella de un grupo de personas de Rumanía que se dedicaban al hurto en comercios de diferentes localidades de la provincia malagueña. De forma paralela, la Policía Local de esta última localidad también detuvo a una mujer por un presunto hurto que resultó pertenecer a la organización investigada. Las pesquisas en torno a esta banda condujeron finalmente a la policía hasta un domicilio en Estepona donde los investigadores recuperaron numerosos efectos hurtados y se hallaron dos vehículos que la red había alquilado en Santander y usaba en sus desplazamientos.

En el registro domiciliario llevado a cabo en la localidad de Estepona se han intervenido 2.585 euros en efectivo, numerosas prendas de vestir que conservaban las etiquetas, varios dispositivos de alarmas antihurto, herramientas para quitar las alarmas y numerosos bolsos preparados para evitarlas, según las fuentes.