Benalmádena aprobó este lunes los presupuestos de 2016 con los votos a favor de PSOE, IU, Alternativa por Benalmádena y CSSP; en contra de PP y Vecinos por Benalmádena, y la abstención de Ciudadanos.

La principal rémora que se encuentra el Consistorio es el pago de unos 21 millones de euros a proveedores. Según el alcalde, Víctor Navas, «los tres últimos años sólo se han pagado los intereses sin haber pagado a los proveedores». Esto supone que el 23% de las cuentas de Benalmádena están al pago financiero.

«Son unos presupuestos ajustados a la realidad de las últimas liquidaciones, con inversiones propias para desbloquear obras como la del Generalife o paseo marítimo de Torrequebrada y que planifican las infraestructuras que precisamos a medio plazo», destacó Navas.

También hicieron constar algunas partidas que a pesar de estar presupuestadas para el ejercicio 2015 no las terminaron de utilizar. En diversas medidas sociales el Ayuntamiento dejó de gastar cerca de un millón de euros de los casi cuatro presupuestados para las partidas de Acción Social y Asistencia a la Dependencia.

De igual manera, en los presupuestos de 2016 han creado un partida destinada al alquiler social y a prestar servicios a los autónomos de la localidad.

Las inversiones también ocupan un lugar destacado en el documento. Así, se destinarán 550.000 euros para finalizar las obras del Paseo del Generalife, y otros 120.000 euros en concluir el paseo marítimo de Torrequebrada. «Gracias a la contención del gasto y al ahorro que hemos logrado en los primeros meses de la legislatura hemos logrado recuperar proyectos bloqueados», afirmó el regidor benalmadense.

Un nuevo plan de asfaltado, que se une al del año anterior, la unión con Torremolinos o un edificio sociocultural en Los Nadales son proyectos cofinanciados por otras administraciones públicas para los que Benalmádena también ha reservado una partida.