­La Policía Nacional investiga las circunstancias de la muerte de un hombre y una mujer cuyos cadáveres fueron hallados ayer en el interior de una vivienda de Estepona. El aviso, que llegó a los investigadores en torno a las 11.30 horas, lo dieron dos amigas de los fallecidos, identificados como una residente holandesa de 54 años y un senegalés de entre 30 y 34 que pasaba largas temporadas en la vivienda de su amiga. Al parecer, fueron a recoger al joven para trasladarlo al aeropuerto de Málaga, ya que tenía previsto tomar un vuelo. Sin embargo, tras pegar en la puerta y llamar a la inquilina telefónicamente sin obtener respuesta, las mujeres decidieron rodear la vivienda y asomarse a una de las ventanas para comprobar si había alguien dentro. Fue entonces cuando comprobaron que los cuerpos ensangrentados de su amiga y el de un hombre yacían en el suelo de la casa y dieron la voz de alarma.

Según fuentes cercanas al caso, los primeros en recibir el aviso fue la Policía Local de Estepona, que ante la noticia de que había heridos llamó al servicio de emergencias 112 y estos, a su vez, a los servicios sanitarios, que junto a varias dotaciones del cuerpo municipal y de la Policía Nacional pusieron rumbo a la calle Agua de la urbanización Don Pedro, localizada en la zona occidental de Estepona. Las fuentes aseguran que los primeros en llegar a la vivienda fueron los agentes de la Policía Local para presenciar una escena dantesca, puesto que la mujer presentaba numerosas heridas de arma blanca en diversas parte del cuerpo.

Heridas en las muñecas. El fallecido, por su parte, presentaba heridas de la misma naturaleza en las muñecas, por lo que la primera impresión de los investigadores de la Policía Nacional que se han hecho cargo del caso es que el hombre pudo apuñalar a la mujer y posteriormente quitarse la vida autolesionándose.

Los agentes se centran ahora en averiguar qué llevó al joven a realizar estos actos, ya que parecen tener claro que no existen indicios de que en los hechos hayan participado terceras personas. Las fuentes apuntaron que la policía no descarta ninguna hipótesis, aunque la violencia de género no está entre las primeras opciones. La razón es que el entorno de los fallecidos ha confirmado que sólo eran amigos y no mantenían una relación sentimental.

Entre los vecinos, la sorpresa fue mayúscula. «Nunca escuchamos una discusión entre ellos», asegura uno de ellos antes de definir al fallecido como algo huraño y asegurar que pasaba largas temporadas en esa casa. «El miércoles sí escuchamos ruidos de muebles al moverse, aunque era habitual escuchar la música alta», añade Luis, otro residente de la urbanización. Tras completarse el levantamiento de los cadáveres sobre las 16.00 horas, fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal para que los forenses determinen las causas y la hora exacta de los óbitos, ya que los hechos pudieron suceder varias horas antes de conocerse. El juez que se ha hecho cargo del caso ha decretado el secreto de las actuaciones.