Lo normal en los nuevos ayuntamientos es disponer de una gran parte del presupuesto anual para el pago de las deudas de anteriores corporaciones. Ese es el caso del Consistorio de Estepona, que preside José María García Urbano (PP), que heredó una deuda de de 300 millones de euros de la anterior etapa socialista, encabezada por el socialista David Valadez.

El concejal de Hacienda, Manuel Aguilar, anunció ayer que esa deuda heredada se ha reducido ya en 74 millones, un 24%, desde que el PP accedió a la alcaldía. Sólo en el último año han abonado 23,7 millones a acreedores. De esta forma, el interventor municipal cifra la deuda total del Ayuntamiento de Estepona mediante un informe en 226 millones de euros, en los que están incluidos los intereses de la misma, que suponen 30 millones de euros, frente a los 249 millones de euros del ejercicio 2014.

Aguilar repasó ayer las medidas que han tomado desde que llegaron a la alcaldía para reducir la deuda municipal, cifra que creció incluso después de 2011 «por la llegada de sentencias de reclamación de cantidades por más incumplimientos de anteriores gobiernos y el afloramiento de facturas sin registrar».

De cara a mejorar la eficiencia y el ahorro, el Consistorio esteponero intentó realizar un control del uso que se realizaba de los vehículos municipales. También puso en valor parcelas que se encontraban en desuso, mediante concesiones, lo que ha supuesto la entrada de nuevos ingresos a las arcas del Ayuntamiento.