La Policía Nacional han desmantelado en Málaga y Cádiz una organización que introducía cocaína en España por vía marítima. Los ocho detenidos, acusados de pertenencia a organización criminal y tráfico de estupefacientes, camuflaban la droga en el interior de mochilas que introducían en contenedores que transportaban carga legal desde Sudamérica. En el operativo se han intervenido 77 kilos de cocaína que habían llegado al puerto de Algeciras, donde los narcos contaban con la colaboración de un estibador portuario, también detenido.

La investigación se inició en julio de 2015, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un grupo afincado entre las provincias de Málaga y Cádiz tenía como objetivo introducir mil kilos de cocaína en España utilizando para ello contenedores con carga legal. Los agentes pudieron determinar que la organización había realizado, a modo de prueba, un envío de cocaína al puerto de Algeciras y que los líderes de la organización y un hombre de la Línea de la Concepción (Cádiz) habían establecido contacto con varios proveedores de cocaína procedente de Sudamérica. Además, comprobaron que los cabecillas se relacionaban con un estibador del puerto que tenía como misión introducir los contenedores en el destino. Asimismo se reunían con otra persona que era la encargada de extraer la droga de los containers, buscar compradores y proporcionar la logística necesaria para su organización.

Durante todo este proceso, los arrestados utilizaban medios tecnológicos de última generación, como inhibidores de frecuencia, balizas GPS con lapa para adosar a vehículos, chalecos antibalas, Scanner para detectar frecuencias policiales, smartphones encriptados, visores térmicos, entre otros materiales. Finalmente, los agentes localizaron un contenedor que había llegado al puerto de Algeciras procedente de Sudamérica y dentro de él varias mochilas con 77 kilos de cocaína. El recipiente lo colaron a través de método del gancho ciego, consistente en introducir la droga en el container en el puerto de origen o en alguna de las escalas con desconocimiento de la empresa exportadora. Para ello rompían los precintos e introducían la sustancia estupefaciente, cerrándolos de nuevo y sustituyéndolos por otros falsos pero de apariencia legal para eludir los controles policiales y aduaneros. La cocaína, por su parte, iba empaquetada en bultos con la finalidad de facilitar su extracción por parte del personal que la organización tiene en el lugar de llegada del contenedor. Además de los ocho detenidos, la operación ha sumado cuatro registros domiciliarios en los que se incautaron dinero en efectivo y cinco gramos de cocaína en roca, un revólver detonador, cuatro vehículos, placas de matrícula falsas, 10 teléfonos móviles y 54 smartphones, visores nocturnos, inhibidores y detectores de frecuencia, entre otros efectos.