­Los vecinos de la urbanización Bahía Dorada de Estepona están indignados con el Ayuntamiento por el mantenimiento y conservación de las playas de la zona.

Situada en el límite con Casares, la urbanización Bahía Dorada está formada por 363 viviendas, construidas hace 40 años. Hace seis años, el mar llegó a las puertas de las viviendas por lo que Costas construyó una escollera para preservar las casas, tras lo cual se formaron dos pequeñas calas, a la altura de las entradas 4, 5 y 6 de la urbanización.

El problema es que la marea arrastra hacia estas calitas todo tipo de algas, residuos y basura e incluso animales muertos que tienen que retirar ellos mismos ante la falta de limpieza del Consistorio, según denuncian los vecinos. «Hace dos semanas tuvimos que retirar un delfín muerto porque llamamos al Ayuntamiento y no nos hicieron caso. El otro día fue una gaviota muerta y así continuamente», denuncia Andrés Trujillano, gerente de la urbanización Bahía Dorada.

Los vecinos afirman que, cuando se quejan al Consistorio, de vez en cuando aparece algún operario «pero como no viene acompañado de un supervisor apenas hacen nada», insiste Trujillano.

«Es indignante -añade Carmen Rivero, vecina de la urbanización- porque tenemos que ser los vecinos quienes limpiamos las playas cuando es una responsabilidad municipal. En invierno nadie se queja porque apenas vive gente pero ahora en verano es cuando el Ayuntamiento debería esmerarse en cuidar la playa y no lo hace», insiste.

El gerente de Bahía Dorada, Andrés Trujillano, añade que operarios de la urbanización tienen que bajar tres veces a la semana para limpiar la suciedad y las algas que se acumulan en la arena para hacer practicable la playa, ante la falta de conservación del Consistorio. «Llegan a acumularse 20 centímetros de algas, que atraen moscas y mosquitos pero tenemos que limpiarlo nosotros», añade Trujillano.

Los vecinos llevan años pidiendo también que se aporte arena a la playa de la entrada 3 de la urbanización porque es impracticable: «Está compuesta de piedras del tamaño de balones y no se puede ni andar por ella, y mucho menos colocar una toalla. El Ayuntamiento dice que eso es competencia del Gobierno central y que no hay presupuesto», explica Trujillano.

Carmen Rivero se queja también de que hace unos años el alcalde prometió un sendero peatonal que les permitiera acceder a un Mercadona cercano sin coger el coche «pero hasta ahora nada».

El Ayuntamiento respondió ayer que el pasado mes de junio realizó aportes de arena y acondicionó la playa de arroyo Vaquero, situada junto a la urbanización, tapando las piedras e incluso una tubería que quedó al descubierto. El problema es que esta playa es la desembocadura del citado arroyo y arrastra numerosas piedras en invierno.

El Consistorio añade que todos los días un tractor y una cribadora limpian la arena a las 7.30 horas. Y el servicio de limpieza se ha reforzado con 10 personas del III Plan de Empleo Municipal.

El Ayuntamiento reconoce que la limpieza de las otras dos calitas se hace a mano, pero todos los días una furgoneta y varios operarios recorren la zona. Afirman que, tras las quejas, estarán más encima.

El Consistorio no tiene constancia de ningún delfín muerto, para cuya retirada afirma que hay un protocolo. Por otra parte, en junio, la Diputación aprobó la redacción de cinco tramos de la senda litoral, entre Bahía Dorada, arroyo Vaquero y el arroyo Guadalobón, logrando una longitud de 3,5 kilómetros.