Gilberto Morales es un policía nacional de 43 años que lleva ya 13 realizando su labor y que en la actualidad se encuentra desarrollándola en la comisaría de Benalmádena-Torremolinos. Además, ha dedicado media vida a viajar por el mundo en bicicleta. Ahora ha encontrado una forma de unir la que es su pasión con una acción solidaria que hará feliz a muchas familias que huyen de la guerra.

El próximo miércoles, Gilberto se embarcará en una ruta que le llevará a recorrer toda Grecia, o lo que es lo mismo, unos 1.200 kilómetros. Únicamente le acompañarán en este sinuoso trayecto su bicicleta y un pequeño equipaje en el que, además de mucha ilusión, llevará los elementos necesarios para poder afrontar su día a día.

¿Y por qué este viaje? En Atenas esperan al policía un total de 400 estuches escolares con juguetes, lápices y golosinas, elementos a los que se sumará una gran cantidad de ropa de invierno, ropa deportiva, peluches y zapatos.

Todo ello, reunido gracias a una campaña que ha contado con gran cantidad de donaciones que Gilberto entregará en mano a las personas que intentan sobrevivir en las calles y los campos de refugiados del país heleno. «Es una idea simbólica, ya que no les soluciona sus graves problemas, aunque les brinda un momento de ilusión», resalta.

Sin duda, no será éste un viaje turístico, ya que el agente vivirá en primera persona la situación que atormenta a estas familias, dormirá con ellos e incluso compartirá los momentos de juego. «Las ironías de la vida me han llevado a trabajar en la frontera de Algeciras controlando la inmigración ilegal. He podido ser testigo, desde el otro lado de la valla, de la desesperación de algunas personas por cruzar la frontera, en un intento de comenzar una nueva vida en Europa. Ahora voy a volver a ser testigo de situaciones similares en Grecia, pero esta vez sin vestir uniforme y conviviendo con ellos», relata.

El recorrido que llevará cabo Gilberto será recogido por una cámara que llevará encima en todo momento. Con ella, pretende mostrar al mundo las experiencias de las personas que escapan de los conflictos armados de una manera totalmente objetiva y concienciar de la verdadera realidad que viven estas personas cada día. «Creo que nadie debería mirar a otro lado ante lo que es una de las mayores tragedias y uno de los mayores éxodos de la historia reciente», señala.

Además, cada uno de los pasos del policía se podrán seguir a través de su portal web, www.bikeblog.es, o mediante las redes sociales, principalmente Facebook. En estas plataformas intentará narrar, si la conexión se lo permite, su día a día en el que también luchará por transmitir a los refugiados la imagen que generan en los países más desarrollados.

«No busco reconocimiento ni nada. Solo la satisfacción personal, sentirme realizado como persona. Mi recompensa ya la tengo y es toda esa gente que me apoya en la iniciativa», explica Gilberto, que asegura sentirse un tanto egoísta, ya que posteriormente él volverá a España y los refugiados quedarán allí.

Sin embargo, no es ésta la primera experiencia de similares características que va a vivir el agente. Con anterioridad ya ha viajado a países como La India o Nepal para llevar a cabo iniciativas solidarias. Para la aventura realizada en este último país logró reunir 1.500 euros, que entregó en un orfanato.

Gilberto Morales cuenta sonriendo y entre risas una de las anécdotas más singulares de este viaje. Un chico norteamericano descubrió el porqué de la llegada del policía a Nepal y le pareció tan buena idea que le copió y comenzó a desarrollar iniciativas similares.

Seguramente, en esta nueva aventura Gilberto llegue a sentir el frío de las noches griegas y la desesperación de todas esas familias de refugiados que huyen buscando una luz de esperanza. Cuando caiga dormido soñará con un mundo mejor para ellos. Aunque la situación es dolorosa, él aportará su grano de arena que, al menos, aliviará durante un tiempo los males de unas personas víctimas del peor de los castigos: la guerra.