El tribunal argentino que juzga la muerte del joven fuengiroleño Domingo Expósito ya ha anunciado la condena para los dos acusados. Así, según ha informado a este periódico Manuel Huertas, el abogado de la familia, Sergio Solís ha sido condenado a 17 años de prisión al ser considerado autor material del homicidio, mientras que Nadia Kesen, expareja de Expósito y madre de su hija, ha sido condenada a 7 años de cárcel por ser cómplice de la muerte.

Según recoge el diario argentino El Patagónico, se ha tenido en cuenta en la sentencia el daño provocado con este homicidio a la hija de la víctima, "que tendrá que soportar el irremediable dolor por la pérdida de su figura paterna y conocer que en la trágica muerte resulta involucrada su madre participando en la ejecución que realizó por manos propias su pareja". Manuel Huertas ha indicado que la condena a Kesen y Solís, que eran pareja en el momento de los hechos, ha supuesto un descanso para la famiia. El padre y la madre del joven fallecido se han desplazado a Argentina para acudir al juicio y según ha contado el abogado la madre de Expósito no ha podido evitar gritar "asesina" cuando ha conocido la condena.

Ahora, la familia seguirá con el proceso para conseguir que la hija de Domingo pueda regresar a España. Expósito se había desplazado a Argentina y allí murió al ser asesinado a tiros en junio de 2014. El abogado Manuel Huertas ha querido mostrar su pesar por lo que considera "una actitud pasiva" del juzgado de Instrucción que lleva esta causa en Fuengirola. "Quiero mostrar mi más enérgica protesta por el comportamiento de la jueza y se va a interponer una queja ante el CCPJ", ha asegurado a este periódico, pidiendo que se agilice el caso para que la menor, que ahora vive en Argentina con su bisabuela, pueda volver con su familia paterna. "La juez ha tardado tiempo en reaccionar", insiste Huertas, que recuerda que sólo recientemente se ha logrado mandar una comisión rogatoria a Argentina, pese a que la denuncia por secuestro internacional se interpuso en 2014.

Expósito murió días antes de volar a España con su hija con la autorización del juez argentino que llevaba el caso por la custodia de la pequeña. Un encapuchado que descendió de un vehículo le disparó varias veces sin mediar palabra cuando paseaba cerca de su vivienda con su pareja, principal testigo del asesinato, y el hijo de ésta. Por el tipo de ejecución hizo que los investigadores se decantaran por un ajuste de cuentas que situaron en el entorno de la expareja del malagueño. Una de las primeras claves del caso fue el Volkswagen Golf gris utilizado en el crimen.

Coincidía con el del novio de Kesen y, pese a que Solís se dejó ver ese día en otro vehículo para tener coartada, la policía encontró imágenes que demuestran que el coche utilizado para llegar y abandonar la escena compartía marca, modelo, color y hasta el mismo desperfecto en un faro. Luego llegaron otras evidencias. Los investigadores accedieron a conversaciones entre los implicados a través de Facebook y WhatsApp que evidencian su participación en los hechos. La novia del fallecido llegó a contar que los sospechosos crearon un grupo para preparar el crimen. O para comentar el hecho de que la policía científica buscara huellas en el Golf que fue hallado en el barrio conocido como las 1.008 Viviendas y que formó moneda de cambio para pagar el encargo.