Un vecino de la urbanización La Leala de Arroyo de la Miel, en Benalmádena, ha denunciado ante los ayuntamientos de esta localidad y de Torremolinos y ante la Consejería de Salud de la Junta la existencia de un posible foco de infección de leishmaniasis en el tramo del arroyo del Saltillo cercano a su domicilio, una zona que, según comenta, «lleva años sin ser desbrozada ni fumigada, con lo que se ha convertido en un foco de ratas y mosquitos». El denunciante, el empresario malagueño José Prado, ha realizado esta comunicación después de que su nieto de 14 meses, que ha pasado con sus padres en los últimos meses varios periodos de estancia vacacional en su domicilio, contrajera este pasado verano la enfermedad.

El pequeño enfermó a finales de julio e ingresó dos veces en Urgencias del Materno Infantil de Málaga con fiebre de hasta 40 grados pero no fue hasta que la familia regresó a Madrid -donde residen- a inicios de agosto cuando recibió en el Hospital 12 de Octubre un diagnóstico de leishmaniasis visceral, una patología que se transmite por la picadura de un mosquito y que puede llegar a ser mortal. El bebé, afortunadamente, ha superado la enfermedad y está ya restablecido.

No obstante, al tratarse del caso de una dolencia de tipo endémico, el servicio público de Salud de Madrid dio parte a la sanidad andaluza y aconsejó también a la familia que informaran directamente del caso a las administraciones para que el posible foco pueda ser erradicado. José Prado explicó ayer a este periódico que los ayuntamientos de Benalmádena y Torremolinos -que tienen el arroyo del Saltillo como linde entre ambos municipios- conocen el caso desde inicios de septiembre y han emitido incluso informes al respecto, pero ninguno hasta la fecha ha dado el paso de ordenar la limpieza de la zona. Prado también comunicó los hechos a la Consejería de Salud, para que pusiera en marcha el protocolo correspondiente.

En el caso de Benalmádena, y según la documentación facilitada por Prado, la agente sanitaria municipal señala que «aunque no es posible conocer el lugar del contagio» existe una «alta probabilidad» de que el pequeño contrajera la enfermedad durante la estancia en el municipio, «ya que se dan todas las condiciones para ello». Por ello, «y por prevención de nuevos casos se propone la limpieza y saneamiento urgente del arroyo, que incluya el desbroce y la limpieza con posterior tratamiento de desinfectación y desratización de la zona». En otro escrito, el Ayuntamiento afirma que el enclave a tratar tiene una longitud de 400 metros y aclara que su competencia sería sólo la limpieza de los márgenes del arroyo que dan a su municipio, aunque también admite que la sección que tendría que encargarse de los trabajos no dispone actualmente «de medios suficientes para atender a las necesidades y solicitudes que son de su competencia».

Por su parte, el Ayuntamiento de Torremolinos reconoce en un informe que en el arroyo del Saltillo se pueden dar «las condiciones idóneas» para la «proliferación» de los mosquitos que transmiten la enfermedad, aunque de momento tampoco ha actuado al respecto. Este informe fue remitido por el Consistorio para su constancia al Distrito Sanitario de la Costa del Sol.

Prado cree que el problema estriba en la «falta de presupuesto» y los «techos de gasto» que aquejan a los consistorios y pide que el caso sea abordado como una «urgencia sanitaria». «Lo que queremos todos los vecinos es que se limpie, se sanee y se fumigue la zona. Las ratas campan a sus anchas y es un foco de infección», comentó.

A su juicio, y por algunas impresiones que ha podido recabar del contacto con los ayuntamientos, otro obstáculo para la actuación es el hecho de que los técnicos que elaboraron los informes no pudieran acceder al interior de la zona del arroyo, que está impracticable por la vegetación, y se vieran obligados a tomar las muestras de la parte de fuera, lo que impide dar por segura la existencia del posible foco de leishmaniasis.

«El caso es que llevan ya más de mes y medio sin abordar la limpieza de un cauce que, por otro lado, lleva muchísimo tiempo abandonado, quizá desde hace doce años», lamentó el denunciante.