Que dos personas se presenten casi al mismo tiempo con varios balazos en diferentes hospitales de la Costa del Sol canta mucho. Uno en Marbella y otro en la capital, los investigadores no tardaron en hilar la relación entre ambos y su procedencia, una casa de Mijas en la que horas antes se había producido una feroz balacera que acabó sin muertos de puro milagro. El escenario, cómo no, fue una vivienda localizada en la calle Zeus de la urbanización Riviera del Sol, una zona residencial sembrada durante el último año de crímenes que la Guardia Civil ha venido resolviendo como un martillo pilón.

El perfil de las víctimas, un italiano y un español, y el tipo de ataque que sufrieron pronto llevó a los agentes a pensar en un volcado, como se denomina policialmente al robo de droga entre narcos. Conocido un bando, la Policía Nacional tenía un candidato para el otro. Las pesquisas de ambos cuerpos confluyeron cuando el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) detectó coincidencias entre el tiroteo de Mijas y un caso que la Udyco de la Costa del Sol tenía sobre la mesa desde que sus agentes supieran que los jefes de una banda procedente de Madrid se había trasladado a Málaga con el propósito de comprar armas con las que robar a otros traficantes. Y lo hubiesen conseguido si en el piso en el que se concertó la cita hubiese habido droga, porque todo apunta a que las intenciones de las víctimas eran las mismas que las de sus verdugos.

Un primer golpe policial asestado en mayo permitió detener en Fuengirola a dos personas implicadas en el ataque. Tenían una pistola y casi 80 gramos de cocaína. Al mes siguiente, la operación se trasladó a la barriada malagueña de San Julián, entre Guadalmar y el aeropuerto, donde uno de los arrestados en Fuengirola era detenido de nuevo junto a un tercer integrante del grupo. Los agentes intervinieron otra pipa, munición y un vehículo, mientras que al cuarto implicado se le detuvo en un tercer operativo desarrollado de nuevo en Fuengirola en septiembre. Tres de ellos ya han ingresado en prisión y un cuarto investigado, acusados de tentativa de homicidios, pertenencia a grupo criminal, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas.