­Dos personas han sido detenidas en Estepona por su presunta implicación en el asesinato del irlandés Gary Hutch en Mijas hace ahora algo más de dos años, crimen por el que la Guardia Civil arrestó el pasado septiembre a James Quinn como presunto autor material. Los arrestados, también un irlandés y su pareja de origen rumano, fueron capturados la mañana del miércoles por el instituto armado en una operación en la que participó la policía irlandesa y que incluyó dos registros domiciliarios, según confirmaron a este diario fuentes cercanas al caso. Los detenidos están a la espera de pasar a disposición judicial.

En su día hombre de confianza de los Kinahan -familia asentada e investigada en la Costa del Sol desde hace años- y sobrino del máximo rival de éstos, el histórico Gerry Hutch El Monje, Gary fue ejecutado junto a la piscina de la urbanización Ángel de Miraflores en la que vivía cuando regresaba de hacer deporte. Tras una breve persecución por el jardín, el sicario que le esperaba con el rostro cubierto en la zona de aparcamientos lo acorraló, hirió y remató de un tiro en la cabeza antes de huir en un vehículo que posteriormente fue encontrado semicalcinado y con los restos de ADN que llevaron a detener hace dos meses a James Quinn. Estos nuevos arrestos, que según las fuentes se sitúan de nuevo en el bando de los Kinahan, sugieren que la Guardia Civil ha identificado y localizado a personas que supuestamente dieron cobertura a Quinn en un crimen que ha tenido unas consecuencias devastadoras en Irlanda. Si bien es cierto que la sangre irlandesa ya se había derramado en el entorno de los Kinahan en la Costa del Sol con dos asesinatos todavía sin resolver (Gerard Hacha Kavanagh en Marbella semanas antes y Paddy Doyle en Estepona en 2008), fue la muerte de Gary la que desencadenó una guerra sin precedentes en Dublín entre el clan para el que trabajó hasta caer en desgracia y su propia familia, ya que ésta siempre tuvo claro quién ordenó matarlo.

Uno de los episodios más salvajes se vivió en febrero de este año. Seis hombres, tres de ellos disfrazados de policías y uno de mujer, irrumpieron con fusiles de asalto en la sala del hotel Regency donde se pesaban los boxeadores que al día siguiente iban a participar en una gran velada. Aunque la policía irlandesa cree que el objetivo de balas era Daniel Kinahan, uno de los hijos del todopoderoso Christopher, el asesinado fue David Byrne, un hombre fuerte del clan. Daniel tenía previsto asistir a un evento en el que uno de los púgiles era Jamie Kavanagh, hijo del mismo Kavanagh que fue acribillado en un pub de Marbella por dos encapuchados que también quemaron el coche en el que huyeron y de los que nunca más se supo.

Desde el golpe del Regency que se atribuyó a los Hutch, los ajustes de cuentas entre ambos bandos se recrudecieron hasta sumar más de una decena de muertos, incluidos civiles inocentes. La mayoría de las víctimas estaban vinculadas el clan liderado por El Monje, que durante este tiempo ha enterrado antes de tiempo a su hermano Eddie y a sus sobrinos Gary y Gareth. El hermano de este último, Jonathan Patrick Hutch, se salvó de milagro en agosto. Los sicarios que lo acechaban en Mallorca se equivocaron de objetivo y ejecutaron a Trevor O’Neill, un turista irlandés que pasaba las vacaciones con su familia.