Los cuatro tripulantes de la planeadora que fallecieron ayer en aguas de Estepona tras estrellarse contra una patrullera de Vigilancia Aduanera daban apoyo a otros narcotraficantes. Esta es la principal hipótesis sobre la que trabajan los investigadores, ya que fuentes cercanas al caso aseguran que la embarcación sospechosa, en lugar de hachís, transportaba bidones de combustible para abastecer a otras lanchas que transportan la droga entre Marruecos y la costa española, una versión que los familiares de los fallecidos rechazan. Estas labores de apoyo, muy habituales en estas organizaciones, incluyen maniobras de distracción, circunstancia que se sumó ayer antes del siniestro. La investigación se inclina hacia este lado porque la lancha siniestrada fue localizada por la patrullera en la misma zona en la que poco antes el helicóptero de Vigilancia Aduanera había avistado y grabado a otras dos planeadoras con las manos en la masa. Según las fuentes, una de ellas llevaba fardos de hachís visibles y la otra, una carga sospechosa oculta bajo una lona. El helicóptero, que tuvo que abandonar la zona por otro servicio urgente, dio entonces aviso a la patrullera de la Agencia Tributaria, cuyos tripulantes comprobaron que en el punto indicado por la aeronave sólo había una lancha rápida de doce metros y tres motores de 150 caballos, similar a las que utilizan los narcos en esa zona del Estrecho pero cuya carga no coincidía con ninguna de las dos descritas anteriormente. Lejos de detenerse ante las señales luminosas y acústicas de la patrullera, los cuatros tripulantes de la planeadora se dieron a la fuga que acabó en la tragedia adelantada por la edición digital de La Opinión de Málaga. Durante la persecución, una «maniobra extraña» de la embarcación hizo imposible que la patrullera evitara un fuerte un impacto con la proa a doce millas al sur de Estepona, momento en el que los cuatro ocupantes de la primera fallecieron prácticamente en el acto pese a los esfuerzos de los funcionarios de Vigilancia Aduanera por rescatarlos. La Salvamar Dubhe de Salvamento Marítimo con base en Algeciras se trasladó hasta la zona para retirar la embarcación siniestrada y llevarla hasta el puerto de Algeciras, lugar al que también se trasladaron los cadáveres para proceder a su identificación.

Frente a la versión oficial se rebelaron ayer familares y allegados de los fallecidos ante el Palacio de Justicia de Algeciras (Cádiz). Ramón, tío de una de las víctimas, reclamó «justicia» al tiempo que criticó que las autoridades no les permitieran tomar imágenes de la embarcación siniestrada, que ha quedado «partida por la mitad». «Queremos saber la verdad», enfatizó antes de agregar que en caso de que hubieran cometido un delito «que los detengan y los metan en prisión», pero éstas «no están para quitarles la vida». Ramón negó que los fallecidos transportasen droga y que el barco estaba vacío: «el que diga lo contrario miente».