Tras la detención el pasado 9 de noviembre de cuatro personas por su presunta implicación en los ataques con gas acetileno a cajeros de la provincia, los investigadores les atribuyeron públicamente más de una decena de robos. Teniendo en cuenta que hasta ese momento constaban al menos catorce ataques ejecutados con diferentes modus operandi y sustancias explosivas, esa imprecisión a la hora de contar era un mensaje velado dirigido a los que todavían quedan por detener, ya que hace meses que sabían que se enfrentaban a más de una banda que, además, podrían tener algún tipo de vinculación entre ellas.

Desde la madrugada de este sábado, cuando se produjeron en Estepona dos tentativas consecutivas con acetileno en dos entidades muy próximas entre sí, la policía quizá se plantee que todavía queden una par de organizaciones activas en la Costa del Sol. Todo dependerá de si las dos personas que actuaron ayer sólo saben trabajar con gas o si, por el contrario, también manejan esa sustancia tangible que ha protagonizado los ataques más salvajes y que los agentes no encontraron en ninguno de los seis registros domiciliarios practicados hace algo más de una semana en varios puntos de la provincia.

Tampoco en los cajeros de Estepona, que, tal y como adelantó ayer este diario en su edición digital, intentaron ser reventados con gas. Las dos tentativas se produjeron en torno a las dos de la madrugada en sendos cajeros del Banco Santander y del Banco Popular en la zona de Benamara, junto a la urbanización El Pilar. Tras instalar los artefactos en el primero y no conseguir su objetivo contra la entidad cántabra, los dos encapuchados lo intentaron con la máquina del segundo, localizada a escasos metros. Sin embargo, este intento quedó abortado de forma abrupta tras ser sorprendidos por alguien que pasaba por la zona y avisó a la policía.

Fuga

Los autores se vieron obligados a huir justo cuando iban ha reventar el cajero e incluso dejaron algunas pistas a los investigadores. Como demuestra la fotografía, la manguera con la que inyectan el gas en el cajero a través del dispensador de billetes ya estaba colocada y al otro lado de la goma se encontraban las bombonas. Ante este escenario fue necesaria la intervención de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) de la Policía Nacional, que aseguraron la zona y retiraron los materiales antes de ponerlos a disposivión del grupo de investigación.