­La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a tres años y nueve meses de prisión a un conductor que, el 15 de febrero de 2016, circulaba con su coche sin carné por la localidad de Torremolinos. Cuando le dieron el alto los policías en un control, y lejos de pararse, aceleró y se dirigió a uno de los agentes, que se apartó de su trayecto, y lo mismo hizo de uno de sus compañeros, se saltó un semáforo, chocó con otro vehículo y casi arrolla a varios peatones.

Así, el acusado conducía un BMW 530 D cuando «se encontró con un dispositivo policial de control de personas y vehículos en la calle de La Cruz». «El acusado, con pleno desprecio por el principio de autoridad, no atendió a las órdenes de los agentes para que parara el coche y así, cuando un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía le dio el alto, él, con pleno desprecio por su integridad física, aceleró y se dirigió hacia el funcionario, teniendo este que apartarse para evitar ser atropellado». Del mismo modo, otro funcionario, que se encontraba al final del dispositivo, «se interpuso en la trayectoria del coche para lograr que se detuviera pero el acusado, persistiendo en su actitud, aceleró, obligando al agente a echarse a un lado para esquivarlo», asegura el tribunal.

«Indiferente al riesgo»

El procesado continuó con su huida, «indiferente al riesgo que para los demás usuarios de la vía suponía su manera de circular e ignorando las más elementales normas de precaución, llegó a rozar con un muro y a golpear a otro coche, cuyo conductor no pudo ser identificado, cuando trataba de adelantarlo. Incluso, estuvo a punto de atropellar a varios peatones al sobrepasar un semáforo. Finalmente, el encausado abandonó el coche y prosiguió su huida a pie, aunque fue alcanzado, reducido y detenido».

Estos hechos fueron considerados probados por el Juzgado de lo Penal número 8 de Málaga. Al encausado, A. A. G., se le impusieron tres años y nueve meses de prisión y dos años y medio de privación del derecho a conducir vehículos a motor por los delitos de atentado con uso de vehículo a motor, contra la seguridad del tráfico con conducción temeraria y contra la seguridad del tráfico por conducir sin carné.

«Miedo insuperable»

El procesado recurrió la sentencia alegando, entre otras cosas, «miedo insuperable» al pararlo la policía. La Sala razona: «Ninguna causa de insuperabilidad de la situación acontece o se produce, ni se deriva de la correcta y legal actuación de la fuerza pública, sin que exista en el hecho de conducir indebidamente un vehículo a motor, un estímulo tan poderoso que anule la voluntad del conductor, tratando de huir del lugar, asumiendo la posibilidad de atropellar a agentes de la policía, e incluso a peatones y de poner en peligro a otros ciudadanos, por ello no existe ni miedo ni insuperabilidad de la situación».