Un nuevo ataque con explosivos perpetrado la madrugada del lunes contra un cajero automático de Estepona confirmó la hipótesis que algunos investigadores defendían desde que la Costa del Sol comenzó a ser testigo el pasado verano de una oleada de ataques en diferentes puntos de la provincia de Málaga y apuntaban a la existencia de al menos tres bandas. Dicha hipótesis ya es una realidad, puesto que en noviembre fue desarticulada una organización liderada por dos británicos que fueron detenidos en Mijas y la semana pasada la Guardia Civil y la Policía Nacional culminaban otra investigación conjunta con el desmantelamiento de otra banda en Málaga, tal y como adelantó este diario el viernes. Apenas cuatro días después, el robo tuvo lugar sobre las 2.30 horas de la madrugada en una sucursal del Banco Santander localizada en el Centro Comercial Mustang.

Según confirmaron fuentes policiales, el dispensador de dinero quedó destrozado y los ladrones habrían accedido a un buen botín, aunque este dato se estaba comprobando con la propia entidad. A la espera de que los investigadores de la Policía Nacional avancen con las pesquisas, la contundencia del ataque hizo recordar a los agentes los ataques que desde verano se han producido en diversos puntos del litoral y de la provincia con una mezcla de explosivos mucho más potente que se diferenciaba del tradicional gas acetileno que usan la mayoría de las organizaciones hasta ahora desarticuladas y cuyos propietarios tenían una especial predilección por la entidad cántabra.

Aunque durante las primeras horas de la operación policial desarrollada por la Guardia Civil y la Policía Nacional la pasada semana en Málaga en la Palmilla se pensó en que esa banda podría haber sido desactivada, ahora tienen claro que se enfrentan al grupo más escurridizo de los detectados hasta el momento. Tras un paréntesis durante el mes de diciembre, los ataques con explosivos han vuelto con fuerza este mes de enero al litoral andaluz. Primero en el núcleo granadino de la La Herradura (Almuñécar), después en Marbella y este último en Estepona.