­El exalcalde de Casares Juan Sánchez declaró ayer como acusado en el marco del juicio del caso Majestic, contra la corrupción urbanística en el municipio, y lo hizo algo nervioso y eludiendo muchas preguntas del fiscal Anticorrupción, a quien dijo numerosas veces «no sé» o «no recuerdo». El acusador público le interrogó sobre cinco billetes de la ONCE premiados que pudo adquirir el exregidor, ya que el ministerio público defiende que los usó para lavar 165.000 euros. Sánchez lo explicó así: «Me llamó mi señora, a la hora de arreglar la ropa los había encontrado en el bolsillo de una chaqueta».

Luego, insistió en que los halló su esposa después del sorteo, junto a otros más que ya estaban cumplidos. Indicó que los compró por la zona de Marbella, San Pedro Alcántara y Estepona, donde se movía habitualmente, pero no encontró explicación a que hubiera un único vendedor de todos los cupones con que él resultó agraciado, cinco y otros tantos que se quedó el otro premiado, también acusado en el caso. No en vano, La Tribuna de Marbella publicó entonces que un vecino de Marbella había resultado premiado con diez cupones de la ONCE.

A preguntas de la defensa del otro investigado, quien supuestamente le habría vendido cinco de los diez cupones, aseguró que no lo conocía ni ha llevado su coche al polígono de Marbella donde el segundo regenta un taller de reparación y aseguró que adquirió los boletos a un vendedor ambulante.

El exalcalde también contestó a las preguntas de otras defensas y, a una de ellas, opuso que jamás recibió bienes ni dinero por parte de la promotora que impulsó la construcción de la urbanización Majestic, de 115 viviendas de lujo en la localidad, que Anticorrupción vincula con fondos dudosos de un grupo criminal ruso. De hecho, el promotor que tramitó los tres convenios urbanísticos y las cinco modificaciones urbanísticas que hubo que realizar a mediados de la pasada década para impulsar el proyecto negó en la sesión del lunes que detrás estuviera la mafia rusa y lo atribuyó a una invención.

Supuesto trato de favor

El fiscal le había cuestionado sobre si la promotora de Majestic tuvo un trato privilegiado en el Ayuntamiento, a lo que él dijo: «Ni peor ni mejor, igual que a todos». Tampoco influyó para que a esta empresa se le solucionaran rápido los problemas de la tramitación.

La Fiscalía Anticorrupción sostiene que los responsables de Majestic abonaron al exregidor entre 2004 y 2005 «diversas cantidades de dinero, nunca inferiores a 286.200 euros», con el fin de «obtener un trato preferente por parte en todas las actuaciones urbanísticas que proyectaron», así como conseguir «notables beneficios económicos».

«No, no he cobrado, ya está bien», aseguró el exregidor a preguntas de su defensa, apuntando que no intervino en la negociación de los convenios o modificaciones urbanísticas aprobadas, ya que indicó que en estos trámites «si no había informes favorables, no iban a pleno». Tampoco influyó ni intentó hacerlo, manifestó, en el sentido de los informes «que hacían los técnicos conforme a la legalidad y la normativa vigente».

También negó que diera órdenes para que no se cobraran en un mismo momento los aprovechamientos urbanísticos de la operación, aunque sí admitió que tras hablar el promotor con él, le dijo al secretario que le diera una copia de la licencia de obra, «que ya estaba concedida», aunque estaba pendiente de pago «para que las cosas siguieran marchando en el pueblo». «Lo hice con la mejor voluntad», señaló. El fiscal le preguntó por el incremento patrimonial, a lo que él replicó que la creación de tres sociedades se las aconsejó un amigo y que no tuvo intención de ocultar bienes o dinero. También dejó claro que no era muy amante de usar tarjetas de crédito cuando se le preguntó por no constar cargos en 2003 y 2004 y justificó que sí hay pagos en años posteriores porque adelantaba así el dinero de actos de Mancomunidad.