La Junta de Andalucía no sabe si podrá cambiar de ubicación el punto limpio que se construye actualmente en Benalmádena, tal y como exigen los vecinos.

Fuentes consultadas por este diario afirman que todavía no se ha tomado una decisión al respecto porque existe un procedimiento administrativo previo a tomar cualquier decisión, «sobre todo porque las obras ya se encuentran en marcha y se debe realizar un análisis sobre las consecuencias que acarrearía su paralización».

Según fuentes de la administración autonómica, Navas ya ha indicado, en este sentido, que no es fácil detener un procedimiento en marcha de estas características, pero el clamor entre los vecinos de las tres urbanizaciones junto a las que se está construyendo el punto limpio es unánime.

Las primeras quejas se registraron en sede local el pasado 10 de julio, de manera que hasta la pasada semana no se pudo celebrar un primer encuentro de los manifestantes con los portavoces locales.

Tras ese primer acercamiento, el pasado viernes se celebró una nueva reunión con la presencia de técnicos municipales, para estudiar la viabilidad de nuevos emplazamientos para el punto limpio, pero todo está en el aire.

Los vecinos siguen en pie de guerra y afirman que no van a arrojar la toalla, por mucho que el alcalde, el socialista Víctor Navas, se haya comprometido a mediar con la Junta de Andalucía para intentar dar marcha atrás a la construcción de un punto limpio, en el que depositar miles de toneladas de residuos cada año, en el entorno de la Finca Doña María y de otras zonas residenciales de Benalmádena. El conflicto pinta para largo.

Así lo remarcaron ayer los portavoces ciudadanos. «Hay tres urbanizaciones y vivimos en esta zona más de 5.000 personas. No es lógico que no se nos informe de un proyecto de estas características de manera directa, o que no se logre un consenso previo, antes de firmar un decreto del alcalde para ceder los terrenos a la Junta». La intención del Consistorio, en este punto, es frenar lo ya ejecutado. Pero las gestiones no son fáciles.

Para empezar, existe una adjudicataria de las obras y se han ejecutado trabajos previos en la parcela. «No será nada fácil conseguir lo que quieren los vecinos», como volvió a insistir ayer un portavoz municipal. El pasado martes se reunió casi medio millar de vecinos y han empezado a sumar firmas para reforzar la oposición vecinal.

«Hasta la pasada semana el alcalde seguía en su posición inicial, de permitir las obras en este sitio. Pero parece que se ha dado cuenta de que cometió un error grave», lamentaba ayer una de las vecinas consultadas por este periódico.

Como ya había informado este diario, el Ayuntamiento de Benalmádena ya se ha puesto en contacto con la Junta de Andalucía para «negociar la paralización de las obras de construcción de un punto limpio en la Finca Doña María», después de que los vecinos dejaran patente su rechazo a la ubicación elegida.

Navas subrayó que el equipo de gobierno benalmadense nunca va darle la espalda a la ciudadanía. «Tardamos menos de una semana desde el momento en que empezamos a recibir las primeras quejas de los vecinos en dar marcha atrás e iniciar las gestiones para detener los trabajos», insistió el propio alcalde. La Junta de Andalucía estudia si se puede dar marcha atrás.