Un importante líder de la mafia calabresa ´Ndrangheta ha sido detenido en Benalmádena en una operación de la Policía Nacional y la élite de los carabinieri italianos. Se trata de Cosimo Piscioneri, un hombre de 69 años buscado por las autoridades italianas por un presunto delito de tráfico de drogas, fundamentalmente hachís, sobre el que pesaba una en vigor una Orden Europea de Detención y Entrega. Su nombre se une a la extensa lista de mafiosos de este país detenidos en los últimos años en la Costa del Sol. Según fuentes cercanas al caso, el capo dirigía la organización criminal desde que en 2014 su hermano Rocco fuera detenido en el mismo municipio de la Costa del Sol junto a uno de sus colaboradores. Desde entonces, Cosimo informaba periódicamente a su hermano preso sobre el desarrollo de la actividad de tráfico de drogas y, además, era el encargado de recoger y distribuir el dinero procedente del narcotráfico. Los investigadores también destacan que tenía disponibilidad de armas.

El pasado día 21 de noviembre, sobre las 23.00 horas, la Policía Nacional lo detuvo en la pizzería que posee en la zona alta del municipio en una operación paralela a la que los Carabinieri desarrollaban en Italia. En un operativo denominado Bellavita, otras once personas fueron arrestadas por su presunta implicación en una red de narcotráfico. La prensa de ese país publicó ese mismo día que la organización está acusada de transportar hachís y cocaína que desde el sur de España hasta Turín en los dobles fondos camiones o turismos de alquiler.

La Comisaría Provincial de Málaga informó de que con estas detenciones, según el informe remitido por las propias autoridades transalpinas, se da por finalizada una larguísima investigación iniciada en el año 2012 con la que se da por desarticulada una fracción de Ndrangheta. Atrás han quedado espectaculares seguimientos y escuchas telefónicas que han apuntalado la tesis de la Fiscalía italiana. Por su parte, el detenido ha seguido el camino de su hermano. Tras ser detenido en Benalmádena fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número Seis de la Audiencia Nacional, cuyo responsable decretó su ingreso en prisión a espera de la resolución de los trámites para ser extraditado a Italia. La reclamación italiana señala que se enfrenta a un presunto delito de tráfico internacional de drogas con la que podría obtener una pena máxima de prisión de 24 años.