El hombre acusado de matar a su hermana, a la que golpeó con una plancha de la ropa en la cabeza y posteriormente estranguló con el cable, reconoció ayer los hechos y dijo que no sabe qué le pasó por la cabeza, aunque añadió que ella «estaba siempre discutiendo» con él e insultándole. «Me amargaba la vida», manifestó ante el jurado popular. El juicio comenzó ayer en la Audiencia de Málaga. La Fiscalía malagueña solicita inicialmente que se imponga al hombre la pena de 21 años y ocho meses de prisión, al acusarlo de un delito de asesinato; al igual que la acusación particular, en representación de los dos hijos de la fallecida, que solicita una condena de 22 años de cárcel.

Los hechos sucedieron en octubre de 2016 en Torremolinos. El acusado residía en Marruecos pero en ese momento estaba en la casa de su hermana, a quien visitaba ocasionalmente. Sobre las 03.00 horas entró en su dormitorio mientras dormía y «la golpeó fuertemente en la cabeza con una plancha», según las acusaciones; luego, le tapó la boca para que no gritara y «la estranguló con el cable». El acusado reconoció todos estos hechos, señalando que horas después de una discusión no podía dormir, le venían «pensamientos con las cosas que me había dicho», fue a su dormitorio y, mientras dormía, le golpeó «fuerte» en la cabeza y luego apretó con el cable hasta que «ella paró de respirar»; aunque insistió en que no sabe «qué me pasó por la cabeza». «Lo siento mucho», dijo, señalando que si volviera a vivir esa situación «no hago eso, porque es mi hermana y he hecho daño a toda mi familia».

Aunque insistió en que lo que hizo es «terrible», apuntó que ella «también hizo algo para llegar al punto de matarla», indicando que siempre estaba discutiendo y gritándole, le hablaba «mal», le decía que «era un vago», que no tenía trabajo y que no había aprovechado las oportunidades, a lo que él no respondía. «Ella no te ayudaba, sólo te machacaba», manifestó. La defensa dice que se trata de un delito de homicidio, por lo que solicita la pena de nueve años y once meses de prisión, por las circunstancias que atenúan la pena de arrebato u obcecación, por el «continuo machaqueo»; y por la de arrepentimiento espontáneo, ya que, tras los hechos, se fue de la casa y al día siguiente por la noche llamó a la Policía Nacional diciendo que había matado a su hermana. En el juicio, el hombre dijo que estuvo toda la noche de bar en bar, «perdido y pensando que había hecho mal», por lo que «quería entregarme».