La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que suplantaba a una institución financiera de la Iglesia católica con sede en el Vaticano con una falsa entidad en Fuengirola para conseguir fondos. Según ha informado hoy la Comisaría Provincial, hay cuatro detenidos (tres españoles y un colombiano) por su presunta implicación en los delitos de estafa, intrusismo, blanqueo de capitales y asociación ilícita. La investigación arrancó gracias a una comunicación de la Gendarmería Vaticana sobre la existencia de un grupo criminal que podía estar usurpando la imagen, símbolos e identidad de esta entidad financiera ignorando los fines que pretendía. Dichos individuos usaban vehículos de lujo rotulados con el escudo vaticano y unas oficinas de Fuengirola desde las cuales mantenían actividad mercantil con multitud de empresas de todo el mundo para conseguir firmar acuerdos de relaciones comerciales y asesoramiento. A través de estos contratos obtenían pingües beneficios suplantando a la entidad vaticana, que carece de sedes fuera de la propia Ciudad del Vaticano.

Los investigadores han intervenido una gran cantidad de documentación que acredita la referida actividad, incautándose, entre otros muchos efectos, de un velero en el Puerto Deportivo de Fuengirola, varios automóviles de alta gama, 64.000 euros en una cuenta corriente del principal sospechoso, numerosos relojes de lujo, material informático, lingotes de plata, terminales TPV, un arma de fogueo y 5.000 euros en efectivo.

Los agentes analizan actualmente una documentación "que pone de manifiesto la ilícita actividad que se venía desarrollando y las posibles víctimas de las estafas, llegando a utilizar una página web falsificada por la propia organización ahora desarticulada". El cabecilla de la organización, un español de 30 años, además de hacerse pasar por un supuesto miembro del cuerpo diplomático vaticano, también poseía documentos falsificados que le acreditaban como embajador de la República de Cuba. Disponía de una amplia red de empresas con las que operaba para lograr sus objetivos, rodeando toda su actividad del boato necesario para conseguir convencer a las víctimas de su supuesta autoridad y de sus amplias relaciones con los mencionados organismos oficiales.Los investigadores tratan de determinar la cantidad exacta de víctimas existentes por países de todo el mundo, así como comprobar el total del importe conseguido fruto de la estafa. Los cuatro detenidos permanecen aún en dependencias policiales a la espera de ser puestos a disposición de la autoridad judicial.