La familia de Antonio Ortega, el joven de 32 años desaparecido en Torremolinos el pasado 22 de enero, ha organizado una caravana informativa este domingo, 25 de febrero, para difundir su imagen por diferentes municipios de alrededor.

"Estamos convencidos de que Antonio está en una zona rural no muy visible o que están en las montañas", afirma su hermana Pilar Ortega.

Por ello, quieren difundir más la imagen de Antonio por los municipios limítrofes con la esperanza de que alguien lo reconozca y contribuya a su localización.

La familia ha fletado un autobús que partirá a las 09.30 horas desde la explanada del parque acuático Aqualand en Torremolinos al que espera que se unan con sus vehículos cuantos voluntarios quieran participar en la difusión y reparto de carteles y pasquines con la imagen de Antonio Ortega, en Alhaurín de la Torre, a las 10.00 horas; en Alhaurín el Grande, a las 11.30 horas; en Cártama, a las 13.00 horas; en Coín, a las 14.30 horas; y en Mijas, a las 17.00 horas.

"Todos sabemos la vida que llevamos hoy día, y puede que Antonio esté en una ciudad, sentado en un banco y que nadie le eche cuenta, o estar en una zona poco visible e incluso en la montaña", afirma Pilar.

Por ello, quieren difundir aún más su imagen y piden a la Policía que amplíe el radio de búsqueda por la montaña.

Hasta ahora, las batidas realizadas no han dado sus frutos. Tan sólo el pasado 4 de febrero, una batida organizada por la Policía Nacional de Málaga, en colaboración con los Bomberos y la Policía Local de Torremolinos, encontró a Smuki, el perro con el que Antonio salió de su casa a pasear, cerca del túnel de Churriana.

Según Pilar, el jefe de la Patrulla Canina de la Policía Local de Torremolinos se llevó al perro todos los días durante una semana por la zona donde fue encontrado, para intentar hallar indicios del paradero de Antonio Ortega, pero sin resultado.

"El perro estaba muy cansado; no ha colaborado como se esperaba y, en vez de ir en su busca por la montaña, siempre enfilaba el camino de casa", cuenta Pilar Ortega.

Mientras pasan los días, su madre sufre en silencio la desaparición de su hijo. "Está muy mal porque fue la última persona que lo vio antes de la desaparición y se siente culpable por haber salido ese día a comprar, dejándolo solo en casa".