Preparar y distribuir comida saludable entre quienes no tienen ya tiempo para rescatar las recetas de toda la vida. Así nació La Cocina de Elisa. Pero antes de plasmar ese objetivo, a la cocinera de esta historia ya le surgió la necesidad de enviar «a través de Seur comida casera», al haberse trasladado su hija a Madrid y tener la necesidad de no perder los «sabores de casa».

Aquel proyecto que es hoy realidad, va camino de convertirse en un verdadero fenómeno de masas. Porque en sólo seis meses de vida los usuarios no dejan de aumentar. Elisa Cadena y su esposo Juan Díaz, de 56 y 59 años, respectivamente, ya atienden a familias de todo el sur de España. «Algunos nos piden la comida para toda la semana o bien para unos diez días. Le preparamos todo en caliente, con el tiempo necesario para cada alimento, y luego mantenemos la línea de frío para que todo esté en su punto óptimo antes de que se sirva», relatan.

«Nunca es tarde para abrirte camino y lograr la calidad de vida que el restaurante no nos permitía», indican asimismo. Y es que la pareja estuvo al frente del Restaurante Alborada de Arroyo de la Miel durante cerca de dos décadas. Ahora no es que no puedan encontrarse sus deliciosos platos en un bar, porque abastecen a cinco establecimientos sin cocina, «pero no estamos atados a los horarios que exigía el restaurante», agregan.

No culpan a las personas que no se alimentan actualmente como lo hacían nuestros antepasados. «Hay ahora otras prioridades. Además, la gente encuentra en los supermercados mucha comida elaborada y optan por lo rápido, sin reparar en lo que están comiendo. El problema es sobre todo de falta de educación. Es curioso ver a una chica que te dice que es vegetariana y al preguntarle sobre qué es lo que a diario come, te dice que ninguna de las verduras que conocemos. Es decir, no come carne ni pescado, pero luego recurre a barritas y bebidas azucaradas», critican.

Elisa y Juan explican a estos jóvenes que tienen carencias nutricionales muy importantes. Él agrega que en la actualidad preparan incluso dietas especiales, con ayuda de una nutricionista, a personas mayores que padecen ciertas enfermedades. Para Elisa esa labor dirigida a colectivos sociales representa una «tremenda satisfacción personal».

El actual restaurante sin paredes, con la web lacocinadeelisa.es como principal vehículo, ya da empleo a dos repartidores en el término municipal de Benalmádena, y servicio a clientes situados en Cádiz pero también en la capital de España. «Nos eligen, entre otros aspectos, porque garantizamos ingredientes cien por cien naturales sin conservantes ni colorantes», manifiestan.

Para Elisa, el secreto está en recuperar «los sabores de tiempos antiguos, los de familiares que ya no están. Es como recuperar olores y sabores de la infancia. Ese es el reto que nos proponemos. De hecho, en esta época del año vendemos muchos platos de cuchara, a los que les añadimos sazonadores propios, elaborados por nosotros mismos con verduras que preparamos al horno y trituramos después», añade.

Así logran «eliminar los alérgenos» que generan el glutamato y otros potenciadores de sabor. Alertan además con el uso generalizado del potasio, que genera problemas de tensión arterial.

Si accedemos a la web, encontramos delicias como «las albóndigas de ternera y cerdo con tomate frito», «arroz meloso a la marinera», «pechuga de pollo a baja temperatura con salsa de mostaza y miel», «puchero de garbanzos con verduritas y pringá de ibérico» o «arroz cortijero con secreto ibérico y verduritas de la huerta». Pero asimismo postres como «brownie con nueces con chocolate caliente» o «flan de queso con sirope de frutos del bosque».

«Tenemos la misma ilusión que cuando teníamos veinte años. Y lo principal es que cada día nos levantamos como si fuese viernes. Trabajamos de lunes a domingo, pero no perdemos las ganas de siempre», concluyen.