Una pasión artística sin límites ni fronteras. La joven creadora malagueña Cristina Peralta despunta en la vorágine cultural y exporta su talento a los lugares más remotos del planeta. La autora, de 23 años de edad, acaba de llegar a la capital hace pocos días, tras una fructífera estancia en Seúl (Corea del Sur), el país de la calma espiritual y con miles de años de historia y tradición.

La excelente cualificación académica de la malagueña le ha valido una importante beca de la Universidad de Málaga en la capital coreana, de cuatro meses de duración, durante los que ha ampliado sus conocimientos e inquietudes sobre la pintura oriental, su tótem estético.

Siempre se ha sentido «muy atraída» por la simbología del arte oriental y los estudios en la primera universidad de Corea del Sur, la Seoul National University, han intensificado esta pasión por la pintura tradicional en tinta (Sumukhua), la pintura folclórica o las cerámicas antiguas y otros aspectos culturales como el chamanismo.

Cristina Peralta siempre lo ha tenido muy claro. Desde pequeña se manejaba como pez en el agua con sus pinceles, dibujaba con gran maestría y perfección, pero fue en el transcurso de la licenciatura de Bellas Artes cuando realmente se dio cuenta de que esto era lo suyo.

Siempre ha notado el apoyo de su familia y este respaldo le aporta una «energía» que le impulsa hacia adelante. Y ahora le ha llegado el de su ciudad. Durante su beca en Seúl le llegó el reconocimiento de su tierra natal: Cristina Peralta se ha alzado como flamante ganadora del MálagaCrea 2010 por su trabajo La cantante, que fue el proyecto final de carrera que realizó para la licenciatura en la Facultad de Bellas Artes. Se trata de una serie de dibujos y esculturas que revisan diferentes universos de realidad, en los que Peralta se afanó en relacionarlos. Por este mismo trabajo logró el segundo premio del Certamen de Artes Plásticas Pepe Espaliú (Córdoba). «Estudiaba la capacidad inconsciente del símbolo y la conectaba con aspectos de la realidad», detalla.

Con el título en el bolsillo se le abre un mundo por explorar. La malagueña sabe lo que quiere: vivir de su profesión. Por ello, se muestra muy ilusionada con la posibilidad de exponer algún día sus creaciones en una muestra individual y mientras se embarcará probablemente en un máster en arte contemporáneo.

Acuarelas, óleos, esculturas que moldea para que nazcan de sus manos híbridos autómatas entre animales y personas, que forman parte de su concepto artístico de mezclar el naturalismo con los designios de un mundo artificial. Nada escapa de la capacidad creativa de Cristina Peralta. Ella posee un don especial.