Otras grandes firmas tomaron el podium de la pasarela de París ayer, como Stéphane Rolland, que fue muy aplaudido, y un discretísimo Giorgio Armani.

El invierno de lujo de Stéphane Rolland se vestirá generalmente de negro, azul, gris o beige, y dará a las piernas un papel principal, al enfundarlas en medias opacas, bordadas como verdaderas joyas, y colocarlas sobre zapatos de altísimo tacón y plataforma.

Delicados conjuntos de minifalda por delante y túnica o cola por detrás, confeccionados con materias primas tan etéreas como la seda y la muselina, adornados con asimetrías y cinturones joya, monocolores o bicolores, con volúmenes crecientes a partir de las rodillas o en hombros y mangas fueron algunas de sus características.

En calidad de miembro invitado de la Cámara de la Costura francesa, la casa de modas Lefranc.Ferrant utilizó la arquitectura y la ingeniería para estructurar una colección en la que los conjuntos serán principalmente monocolores. En ocasiones hubo intensos estampados, siempre a juego con zapatos de tacón, inspirados en caligrafías japonesas. El confort y la simplicidad de una sandalia acompañó también a menudo los diseños aptos para la noche, de falda larga abierta por delante combinada a una blusa blanca, vestidos largos con gran escote palabra de honor o conjuntos pantalón drapeados asimétricamente.

Armani mostró sus diseños en el Espacio Vendôme. Escote palabra de honor, vestidos de noche resaltando la silueta femenina, a menudo enteramente bordados, de colores suntuosos, como oro viejo, plata o dorados, llenaron su pasarela, en presencia de Claudia Cardinale, Amber Le Bon, Claire Danes y Hugh Dancy entre sus invitados de honor.

Otro desfile otro concepto, Christophe Lemaire, futuro director artístico de Hermes para suceder a Jean-Paul Gaultier al frente de la suntuosa firma de pret-à-porter, presentó ayer su colección personal, mixta, destinada a hombres y mujeres, no del invierno que viene sino del verano 2011.