'Gloria', la primera canción de su primer álbum, Horses (1975), comenzaba con la frase «Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos». Sin embargo, la última vez que usted estuvo en España, habló de la importancia de rezar y de la religión. ¿Ha cambiado su idea de Dios y de la religión a lo largo de los años?

Mi relación con Dios no ha cambiado. Todavía no tengo ninguna relación con la religión. Cuando hablaba de rezar no me refería a la religión. Jesús era una bella persona, un gran revolucionario que hablaba de amor. Pero no estoy interesada en la traducción de Jesús que ha hecho la religión. No me interesan las normas y las regulaciones de la religión. Mi sentimiento sobre la religión organizada no ha cambiado.

¿Fue siempre así?

Siempre, incluso en los momentos más irreverentes de mi juventud, he tenido una fuerte relación con Dios. La gente suele decirme: «Tú no crees en Jesús». Y yo les digo que Jesús es la primera palabra de Horses. Siempre he creído en Él, solo que tengo mi propia relación con Él, que no es a través de una iglesia, sino a través de su palabra.

¿Cree que artistas como Bob Dylan, Bruce Springsteen o usted misma han conseguido cambiar el mundo?

No. Creo que es la gente la que cambia el mundo. Bob Dylan, más que todos nosotros, escribió canciones muy poderosas que ayudaron al movimiento de derechos civiles, como The lonesome death of Hattie Carroll. Todos hacemos nuestra parte. Picasso pintó el Guernica, la mejor pintura antibélica de la historia, pero son las personas las que deben parar las guerras, un cuadro no puede hacerlo. Todo lo que puede hacer un artista es inspirar a la gente para que reaccione.

¿Es cierto que Picasso fue el primer artista que le impresionó cuando tenía doce años y visitó el Philadelphia Museum of Art?

Sí, es cierto. Había visto cuadros hermosos, pero cuando vi cuadros de Picasso delante de mí, por primera vez en un museo, tuve una sensación de libertad respecto al futuro. Tuve la misma reacción con Picasso que con los Animals y con los Rolling Stones. Inmediatamente sentí una conexión.

También se dice que usted se avergonzaba de su físico delgado hasta que un profesor le mostró cuadros de El Greco.

Sí, de El Greco y de Modigliani. Estaba avergonzada porque era muy delgada. Crecí en los años cincuenta, en la época en la que gustaban las rubias rellenitas, y yo era una morena delgada que llevaba coletas negras muy largas. Empecé a ver cuadros de Frida Kahlo y a fijarme en las figuras estilizadas de El Greco. Encontré algo con lo que poder identificarme.

Es conocida su admiración por Federico García Lorca y por el escritor chileno Roberto Bolaño. ¿Sigue a algún artista español de la actualidad?

Estoy muy centrada en el círculo de Roberto Bolaño, en conocer a algunos de los escritores que él sugirió, algunos de ellos sudamericanos. Pero mi estudio está concentrado en Bolaño. Cuando me gusta un escritor trato de estudiarlo y leer toda su obra.

¿Qué opina de Barack Obama y de cómo ha gestionado la crisis del vertido de petróleo en el golfo de México?

Obama tiene un trabajo muy duro. Una de las razones por las que ocurrió el vertido es porque las medidas de seguridad se desregularon durante el gobierno de Bush. Obama está tratando de limpiar ese desastre. No es sólo una tragedia americana, sino una tragedia global. Probablemente Obama esté haciendo lo que puede, pero esto no debería haber ocurrido.