Celtas Cortos recupera su vena folk en su nuevo trabajo "Introversiones", un álbum donde la banda recopila canciones tradicionales y versiona algunos éxitos de formaciones tan dispares como The Pogues, Oskorri o The Waterboys, cuya obra forma parte de la memoria histórica del grupo vallisoletano.

Han pasado aproximadamente 25 años de la fundación del emblemático grupo Celtas Cortos y casi 20 primaveras de aquel "20 de abril", el éxito por el que siempre serán recordados estos autodenominados "hijos de un tierra seca con un novia un poco más al norte".

"La cultura celta-irlandesa es la influencia más grande que tenemos, aunque seamos de Valladolid y estemos lejos de su forma de tocar, esto es un homenaje a la música tradicional que tanto nos emociona", admite Goyo Yeves en una entrevista con Efe, quien toca el "whistle" (flauta irlandesa) desde la fundación de Celtas Cortos.

"Star of the county down", "El marinero borracho" o las instrumentales "Breizh positive" o "Category" son la mejor celebración de la transmisión oral; una cultura musical que ha pasado de generación en generación entre irlandeses, escoceses o bretones.

"Respetamos la tradición y queríamos mantener la esencia de lo que nos cautivó de estas canciones. Sin embargo, no hemos parado de darle vueltas a los temas y hemos ensayado muchas horas porque queríamos que estas composiciones tuvieran nuestra impronta", admitió el vocalista de Celtas Cortos, Jesús Cifuentes.

Igualmente arriesgadas son las adaptaciones de las canciones "Fiesta", del grupo de punk rock The Pogues, "Vida Gris" de la Oysterband y "El blues del pescador", el primer sencillo de "Introversiones" y versión de "The fisherman's blues" de la formación folk "The Waterboys".

"Este disco lo consideramos fundamental si quieres saber de dónde viene todo esto. Quiero animar a la gente a que descubra cuáles son esas bandas que nos apasionan", afirma Yeves.

El recuerdo a los músicos y estilos del norte de Europa no es la única referencia en el nuevo trabajo de Celtas Cortos. Para empezar, el disco se ha grabado en un valle de Andoain, a pocos kilómetros de San Sebastián, donde la banda reconoció haberse empapado del espíritu de un "paraje increíble entre hayedos y caseríos".

En Euskera

Celtas Cortos certifica su amor al País Vasco con el tributo al grupo folk Oskorri, que puede considerarse una de las bandas con más solera de esta comunidad autónoma.

"Antes había cantado en euskera, pero tengo que decir que esta canción atrae a mucha gente que no habla el idioma. Quizás sea por su melodía o el masaje mental que trae consigo", admite Cifuentes mientras descubre su devoción por "Aita-semeak", un clásico del repertorio de Oskorri.

El fallecimiento en 2009 de grandes músicos como Mercedes Sosa o Antonio Vega trajo consigo numerosos homenajes. El legado de estos dos artistas es recogido "a su manera" por un grupo que dice seguir "la estela de los sentimientos y las palabras de los que siguen brillando", algo que hacen con sus adaptaciones de "Todo cambia" y "Lucha de gigantes", respectivamente.

Celtas Cortos también recuerda en esta entrevista su amistad con Willy Deville, otro de los músicos ilustres desaparecidos el año pasado. "Con Deville compartimos escenarios e incluso una versión muy curiosa de 'Cuéntame un cuento'. Su huella también quedó en nuestro camino", reconoció Cifuentes.

El directo es la mejor prueba del cariño que el público tiene a esta banda, que en la actualidad se encuentra concluyendo una gira que, por fin, les llevará a tocar en casa el próximo 9 de septiembre:

"Hace doce años o más que no tocamos en la Plaza Mayor de Valladolid, por eso es un reto y un momento especial. Con eso soñaba de pequeño y es algo que ya hemos conseguido, pero hace tanto que ahora me emociona enormemente", admite Yeves.

A partir de octubre Celtas Cortos presentará su nuevo trabajo "Introversiones" en teatros de toda España, una experiencia que será nueva para ellos y a la que acuden, según Yeves, con "una gran ilusión".