El escritor Antonio Soler refleja en el libro 'Málaga, paraíso perdido' (Fundación José Manuel Lara) cómo se va rompiendo el sueño de la ciudad de ser "la Barcelona B" desde que a mediados del siglo XIX reuniera las condiciones para ser una urbe próspera, desarrollada e industrial hasta que poco se fuera hundiendo, desembocando en el desastre final con la Guerra Civil y la entrada de las tropas en 1937.

En una entrevista concedida a Europa Press, Soler ha explicado que con la inversión que se produce en esta época en las industrias siderúrgica se intenta hacer la competencia al Norte del país, mientras la industria textil mantenía "una fuerte en rivalidad con Barcelona", afirmando en este sentido que Málaga podría ser la "Barcelona B".

"Este sueño no cuaja, porque se va rompiendo una y otra vez, hundiéndose más, con algunos picos de remonte, pero que finalmente desemboca en el desastre de la guerra", ha manifestado Soler. 'El modo más cómodo de conocer una ciudad es averiguar cómo se trabaja en ella, cómo se ama y cómo se muere" es la cita de Albert Camus que da inicio a la obra, que se encuentran desde este miércoles en las librerías. En este sentido, ha señalado que ha intentado ahondar en la personalidad de esta ciudad y de esa época, que siempre le había interesado, vinculando la historia de Málaga con la del resto de las ciudades de España.

Así, ha precisado que "si hay un gran movimiento anarquista en Málaga no sucede de forma espontánea, sino que está conectada con el resto del país", matizando que la obra vincula los movimientos sociales y políticos con la repercusión en la ciudad andaluza y como la gente lo vive en las calles, conociendo la idiosincrasia de la misma".

En referencia a las claves que hacían apuntar al paraíso, Soler ha señalado "la burguesía adinerada", en su mayoría foránea, apuntando familias como los Larios o Heredia, procedentes éstos de La Rioja. Además, ha añadido a los extranjeros afincado en la zona, que conformaban una "burguesía boyante, aislada del gran mundo, que llevaron a cabo "fuertes inversiones". En contra partida, según ha explicado, existía "una clase obrera dinámica y concienciada y formada por obreros urbanos e industriales, al estilo de la existente en Barcelona, que le darán la réplica a sus patronos".

Así, ha resaltado que se va a dar "un microcosmos en el que se produce el gran debate social de Europa del momento, los movimientos obreros contra la patronal". Además, ha precisado que las dos clases conviven como "hermanos siameses que se odian, pero que, al mismo tiempo, son indispensables el uno para el otro". El gran encontronazo, según Soler, desemboca en la Guerra Civil, contexto en el que "las ideologías están muy vivas, todos creen en una nueva era que está al llegar, la revolución rusa impregna todo, los movimientos fascistas, el socialismo, todo convertido en una gran olla a presión", ha afirmado.

Causas internas y externas

Por otro lado y haciendo referencias a las posibles causas de la pérdida del paraíso, el autor de 'Las bailarinas muertas', Premio Herralde y Nacional de la Crítica en 1996, ha señalado que "hay carencias de partida que minan el futuro desarrollo", entre las que ha comentado "el coste del carbón que no consiguen rentabilizar", creándose una merma que en el Norte no se produce, pues el transporte es más asequible.

Por otro lado, ha indicado que las comunicaciones de Málaga son "malas", dificultando y encareciendo las materias primas, a lo que hay que añadirle "el gran desastre" que supuso la plaga de la filoxera, pues frente al desarrollo industrial, la provincia tenía una economía potente basada en la viña, por lo que este parásito de la vid asola todo el campo, repercutiendo en las industrias que se hacen deficitarias y "abandonan el sueño", ha lamentado.

Soler ha manifestado que "de partida la apuesta es fuerte, incluso con la creación de una banca para que el dinero fluya con menos impuestos o un ferrocarril a Córdoba, que se proyecta y se consigue pero tardíamente". Ha asegurado que "todo llega tarde, se acaricia el paraíso pero nunca se pone pie en él".

"La falta de viabilidad práctica en los diseños empresariales hizo que éstos no fueran los más acertados", opina Soler, quien cree que "el punto de partida tuvo muchas cosas en contra que van a dificultar la expansión". A las causas internas se suma la coyuntura internacional tras la I Guerra Mundial, que "estrangula la economía española por falta de previsión", ha afirmado.

"Concienciación política fuerte"

El Premio Nadal 2004 con 'El camino de los ingleses' ha indicado que Málaga tenía una concienciación política "bastante fuerte" motivada por una clase obrera "movilizada y fuerte", recordando la presencia del anarquismo, el socialismo y el comunismo.

Un día más tarde de la sublevación de las tropas en África, el 17 de julio de 1936, en Málaga se produce una movilización inmediata de la clase obrera, consiguiendo frenar el golpe en la ciudad tras unos combates callejeros y represión virulenta. "Cada vez que se sobrevuela y bombardea la ciudad, la contestación es ir a la cárcel, sacar gente detenida y fusilarla, sin juicios y de modo desordenado, consecuencia de la pérdida del control por parte del gobierno de la República", ha expresado. Todo esto creó "bastante odio en la otra parte y cuando en febrero de 1937 cae la ciudad en manos de las tropas nacionales, la gente sale en desbandadas hacia Almería temiendo con razón que la represión franquista será dura, como así fue".

"La razón se pierde y la guerra la pierden todos, moral y éticamente, la represión, encabezada por Arias Navarro, es dura", ha lamentado. El libro cuenta con un capítulo denominado 'Dictadura. Alegres 20', donde se recoge cómo después de la I Guerra Mundial, se va a dar un repunte de la economía mundial que repercute en España, donde con la dictadura de Primo de Rivera se alcanza un cierto bienestar y esperanza de apertura de horizontes económicos e inversiones estatales.

Málaga y la Generaciión del 27

Asimismo, el capítulo refleja la vinculación de la Generación del 27 con la ciudad, entre los que apunta los lazos personales de escritores como Lorca, quien veraneaba en Málaga, de la que llegó a afirmar que era "la ciudad andaluza por la que tiene más debilidad y que más le gustaba". Además, la amista del granadino con Emilio Prados, quien junto a Manuel Altolaguirre forman la revista Litoral, "el buque insignia de la Generación del 27, así como la imprenta Sur, en la que se publican libros de los miembros del movimiento literario como 'Perfil del aire' de Cernuda.

Soler ha expresado a Europa Press que antes del 'Crack de 2008' " verdaderamente por infraestructuras, ambiente y espíritu cosmopolita, Málaga parecía que apuntaba a sacar la cabeza de nuevo y a pensar en convertirse en una ciudad puntera con avances tecnológicos", si bien, desconoce "si la nueva situación hará que se quede de nuevo en un roce del purgatorio confortable".