Manuel Mota nació en 1961 en Málaga y se crió en Sayalonga, un pueblecito de la Axarquía de donde probablemente le viene el carácter tranquilo que le caracteriza. Sus dibujos se han visto impresos en publicaciones de lo más variado, desde la mítica Creepy hasta El Boletín o la malagueña Bocetos. Desde hace unos años su actividad artística se centra en la revista de «cómics y relatos de ficción oscura» Cthulhu. El número siete de la publicación se puede encontrar ya en las librerías.

¿Cómo y cuándo nace la idea de hacer una revista de cómics de terror en Málaga?

Fue en el año 2006. Tres dibujantes: Carlos Lamani, Rafa Kosta y yo, y el guionista Álex Ogalla, nos reunimos con la intención de colaborar en una propuesta que luego no fructificó. Teníamos presupuesto para hacer dos números más y cambiamos la fórmula. Pensamos que sería interesante volver a los géneros y nos decidimos (yo les convencí) por hacer una revista de cómic de terror: Cthulhu.

¿Cómo ha evolucionado el proyecto hasta el día de hoy?

De los dos números que editamos con el pequeño sello Zanzibar Ediciones bajo los auspicios de la Diputación de Málaga, pasamos a los siete que hemos hecho con Diábolo Ediciones, lo que hace un total de nueve números hasta la fecha. Estamos durando más de lo que podíamos soñar.

¿Se podía imaginar que un proyecto local y amateur llegase a distribuirse por una editorial a nivel nacional?

No, nada hacía suponer tal cosa. De hecho las primeras editoriales a las que ofrecimos el proyecto lo rechazaron. Pero apareció en nuestro camino un editor como Lorenzo Pascual, de Diábolo Ediciones, que apoyó la idea y ha confiado en nosotros. Fue una suerte enorme porque, además, Lorenzo es un apasionado, como yo, de la literatura y el cómic de terror.

¿Qué dibujantes malagueños están implicados en el proyecto actualmente?

Carlos Lamani, Salvador López, Pepe Avilés y yo. Están desde el principio, aunque no siempre participan debido a otros compromisos que les surgen.

¿Puede la revista hacer el efecto de catapulta para los talentos autóctonos?

Pienso que sí. La colaboración con Diábolo está permitiendo que autores que empezaron esta humilde singladura con solo la ilusión tengan en estos momentos notables posibilidades de poder integrarse al mercado.

¿Cómo ve el mercado de la historieta?

En estos momentos, muy delicado de salud. A las carencias que el medio padece de manera endémica en este país hay que añadirle ahora los efectos de la crisis económica.

Los autores se quejan de lo difícil que es publicar hoy en día en España. ¿Cuál es el motivo?

En los ochenta los dibujantes tenían las revistas para darse a conocer y para irse fogueando como autores antes de lanzarse a realizar alguna obra ambiciosa. Hoy no existen las revistas (apenas hay fanzines) y el dibujante tiene que optar por un formato (álbum o novela gráfica) que ya exige un dominio de la técnica y el lenguaje del cómic muy elaborado.

¿Cómo ve el futuro de Cthulhu ahora que no quedan apenas revistas de cómic?

Pues no tengo ni idea, la verdad. No me planteo nada, pienso en función de cada número, de divertirme y disfrutar porque si no esto no merecería la pena. Hacemos algo que nos gusta y con plena libertad para hacerlo a nuestra manera, lo que ya es mucho.