Durante la temporada 1991-1992 nació en Málaga un espacio que con los años se ha convertido en el estandarte de las artes escénicas de la ciudad: el Teatro Cánovas. Con la búsqueda y creación de nuevos públicos y el incondicional apoyo a las compañías locales como máximos objetivos, el escenario de la plaza de El Ejido cumple este año dos décadas repletas de satisfacciones. Para celebrar este vigésimo aniversario, el Cánovas acogerá un ciclo de poesía escénica que, bajo el título El Mal de Tourette, mostrará un ecléctico ramillete de propuestas de diversas disciplinas con la poesía como elemento común.

Dicho ciclo arrancará el próximo 10 de febrero con la presencia del poeta Camilo de Ory; el músico Francisco Nixon y los escritores Agustín Fernández Mallo y Eloy Fernández. La segunda sesión (23 de febrero) la protagonizarán el cantante Toni Zenet y los músicos Javier Laguna, Javier Viana y José Taboada, que prometen una noche irrepetible de cante y confección arropada por la puesta en escena de Julio Fraga.

En abril (día 15) será el turno de los poetas María Eloy-García y Manuel Vilas, y de la última propuesta de Miguel Muñoz Zurita y Vicente Ortiz, Gasolina, que investiga sobre las palabras y la expresión escénica y que cuenta con la colaboración de Juanlu Gutiérrez, Ángel Pedroza y Alfredo López.

El nuevo proyecto de Paloma Peñarrubia, Las flores no lloran; los relatos Nacho Albert sonorizados por Miguel Olmedo y la presencia del rapero Elphomega, cuyos textos poseen un indiscutible valor literario, servirán de punto final de esta innovadora propuesta (24 de mayo) que pretende mantenerse en el tiempo con nuevas ediciones.

El actor y co-responsable del ciclo El Mal de Tourette, Miguel Zurita, aseguró que «la poesía no está caduca y no es aburrida», sino todo lo contrario: «Es muy transgresiva, divertida y sobre todo muy necesaria», sobre todo en los tiempos que corren. Zurita apuntó que éste es un ciclo «de propuestas escénicas que no pueden ser clasificables como teatro, danza o música, aunque también concurran estas disciplinas, junto a otras, fundamentalmente audiovisuales. En los últimos años emerge con fuerza un género que algunos llaman polipoesía, otros perfopoesía, pero que, en definitiva, no es más que la necesidad de sacar los versos de las páginas y mostrarlos a público», destacó.

Por su parte, tanto el subdirector gerente para la coordinación de las Artes Escénicas y Musicales del Instituto Andaluz de las Artes y las Letras, Antonio Navajas, como el delegado provincial de Cultura, Manuel Jesús García, resaltaron la calidad de la novedosa propuesta y de sus participantes.