Para los británicos, la Costa del Sol es sinónimo de paraíso de los gangsters, el rincón de lujo exagerado en que se refugian los criminales tras sus fechorías. Cada equis meses detienen entre nosotros a un capo que controlaba sus negocios desde nuestro litoral, fuera del radar de la policía british –uno de los últimos fue Christopher Karnihan, un irlandés que residía en Estepona–. Por supuesto, el cine del país tenía que reflejar las peripecias y el estilo de vida de los habitantes de, como se dio en denominar allí, la Costa del Crime. La película fundacional de este, prácticamente, subgénero fue la gran Sexy Beast, protagonizada por Ben Kingsley y situada argumentalmente en Marbella –aunque fue rodada en Cádiz–. Su éxito y los premios que cosechó abrieron la veda, continuada por numerosos productos. Pero pronto el original, Kingsley, podría volver a hacer de las suyas.

En mayo se dará la primera claqueta de Shill, una nueva película sobre la Costa del Crime, situada, cómo no, en la tumultuosa Marbella. El filme está escrito por Paul Grimshaw, un agente de la propiedad inmobiliaria con más de 20 años de experiencia en nuestra tierra –concretamente, en Estepona y Marbella– y que dice haber basado el texto en sus propias experiencias, en desventuras que él mismo ha conocido de primera mano. En el guión, el protagonista, un estafador por el método shill –inflar los precios de bienes disponibles en subastas online mediante apuestas falsas– conoce a un barón del crime, Victor Drake, mientras trata de limpiar el sucio dinero generado por sus actividades.

Drake es precisamente el papel que podría interpretar Kingsley, según The Olive Press. Aunque tiene competencia: Ray Winstone –coincidencia: otro de los protagonistas de Sexy Beast– y Brian Cox, dos actores de sólida presencia y currículum, también suenan en los despachos. El rol que parece sí está ya con nombres y apellidos es del joven estafador: lo encarnará Sam Riley, conocido por su estupenda interpretación del cantante de Joy Division, Ian Curtis, en el biopic Control. El filme está producido por Vinnie Jones, un rudo futbolista profesional que ha acabado como presencial habitual en títulos de acción de todo pelaje.

Don Logan

Digamos que el Don Logan que interpretó Kingsley en Sexy Beast es tan icónico para Marbella como Tony Montana para Miami: un tipo contundente, siempre con un insulto y una mala palabra en la boca –la cantidad de fucks que suelta es innumerable–. La quintaesencia del mafioso de la Costa del Crime, un personaje cuyo status ha terminado sobrevolando fronteras: de hecho, Gunplay, uno de los raperos del momento en el underground estadounidense se hace llamar precisamente como él, Don Logan, para sus actuaciones. El papel, por cierto, le valió a Kingsley una nominación al Óscar.

De ahí que el posible regreso a Marbella –esta vez a la real– de Ben Kingsley, el hombre que ganó un Óscar por interpretar a Gandhi, el hombre más pacífico del mundo, y que también se hizo con múltiples premios por encarnar al más despreciable de los seres, sea todo un acontecimiento a celebrar.