La exposición 'Kippenberger miró a Picasso', que acogerá el Museo Picasso Málaga (MPM) hasta el próximo 29 de mayo, muestra, a través de 55 trabajos de gran formato, dibujos y esculturas, así como de 48 libros y 73 carteles y tarjetas de invitación realizados por el artista alemán Martin Kippenberger a lo largo de su carrera, el interés y la atracción que sintió hacia Pablo Ruiz Picasso. También reúne una selección de imágenes, comentarios y entrevistas en vídeo realizados entre 1979 y 1997 que documentan los trabajos expuestos.

Así, en la exposición se muestra el acercamiento de las obras de Kippenberger (Dortmund, Alemania, 1953-Viena, Austria, 1997) en las del artista malagueño, pero centradas en un Picasso como "un icono complejo o poderoso en el dominio de la cultura contemporánea" y "no solamente haciendo una especie de interpretación formalista de su obra", según ha informado el director artístico de la pinacoteca, José Lebrero, quien ha añadido que "la mirada o forma de acercamiento que hace Kippenberger a Picasso es de mayor complejidad y no es sólo formalista".

La comisaria de la muestra, Eva Meyer-Hermann, ha asegurado que a Kippenberger le interesó de Picasso "la personalidad, el papel que desarrolló y cómo eso lo presentaba a su entorno mediante sus obras o sus apariencias públicas". En este punto, ha añadido que no hay que hablar de "la influencia estilística" que pudo haber de Picasso hacia el artista alemán, sino más bien de "paralelismos", es decir, "la presencia de Picasso como el nombre asociado al arte moderno".

La exposición permite tanto acercarse al trabajo de Kippenberger, como considerar la obra de Picasso desde la perspectiva que ofrece tanto su mirada como su voluntad de apropiación, que apunta "una mezcla tensa entre devoción y descreimiento y lo hace a través de una dimensión muy existencial que está más allá de la dimensión irónica de sus primeras obras".

En la sala se pueden ver, además de los carteles, retratos realizados en 1988 donde el artista "en múltiples poses" se retrata a sí mismo inspirado en la fotografía de Picasso tomada por David Douglas Duncan en 1962 y en las que el artista malagueño aparece retratado en calzoncillos junto con un perro.

Asimismo, se pueden contemplar otros retratos inspirados en fotografías del libro de 'Picasso y Jacqueline', donde sobre todo al artista alemán le interesaron las fotografías después de la muerte del artista malagueño, dando como resultado 'Jacqueline: los cuadros que ya no podía pintar Picasso'.

La exposición se completa con una selección de obras del complejo Medusa (1996), en las que Kippenberger lleva hasta el límite el concepto del autorretrato como "representación trágica de la propia existencia".

En ésta, utiliza de nuevo la fotografía como punto de referencia, aunque en esta ocasión él mismo posa para la fotógrafa Elfie Semotan simulando las posturas de los personajes de la famosa pintura 'La balsa de la Medusa' (1819) de Théodore Géricault (1791-1824), un dramático relato de las miserias de la humanidad en el que, sin embargo, hay lugar para la esperanza.

Artistas

El director artístico del Museo Picasso Málaga ha explicado que la muestra es la segunda entrega de las exposiciones temporales que "intentan buscar trazos, lazos, huellas o, incluso, sobresaltos a partir de Pablo Ruiz Picasso en artistas que son relevantes en la segunda mitad del siglo XX".

Kippenberger, según ha recordado Lebrero, era un artista que desarrolló su trabajo en los años 80 y 90 en Alemania y que "era consciente de que el arte occidental tiene una historia y que los artistas construyen la suya propia a partir de otros artistas".

Las razones por las que Kippenberger estudió desde pequeño los grandes éxitos de los artistas es porque quería saber cómo el éxito y la grandeza estaban ligados.

El consejero de Cultura, Paulino Plata, ha recordado que el artista, definido como "controvertido, multidisciplinar" y, en ocasiones, "irreverente y extremadamente prolífico", conoció Andalucía y vivió durante un tiempo en la Comunidad Autónoma, en concreto, en Carmona (Sevilla).

En este punto, la comisaria de 'Kippenberger miró a Picasso' ha indicado que el artista tenía "una relación intensa con España", aunque, como ha apuntado, desde el punto de vista profesional la relación "no fue siempre satisfactoria", ya que hubo un incidente con una exposición que canceló en el último momento, aunque "cuando hablamos de Picasso las cosas funcionan de forma diferente".

Actividades paralelas

Además de la muestra 'Kippenberger miró a Picasso', se han preparado "una serie de diálogos" para preguntar o escuchar cómo vivieron aquellos años algunos de los agentes del sistema artístico cultural y donde participarán galeristas, historiadores y críticos, entre otros.

Así, con el fin de reflexionar sobre la situación del arte en los años en los que Kippenberger vivió en España, el MPM ha organizado un seminario que, dirigido por el historiador de arte y comisario Pedro Pizarro, se celebrará bajo el título de 'Éxitos y fracasos de la pintura en los años 80'.

La comisaria de la muestra es también la autora del texto incluido en el libro editado para la ocasión, en inglés y español, y donde se reúne la obra de Martin Kippenberger basada en su interés por la figura de Pablo Picasso.

20 miradas de Picasso

Por otro lado, el titular de Cultura de la Junta de Andalucía ha indicado que este mismo año "probablemente" arrancará el programa 'Málaga, 20 años bajo la mirada de Pablo Picasso', que pretende conmemorar el vigésimo aniversario de la primera exposición 'Picasso clásico', que "es el origen del propio museo".

Asimismo, dentro del programa también se incorporará la celebración del décimo aniversario de la apertura de la pinacoteca, que tendrá lugar el 17 de octubre de 2013.