La contemplación de los magníficos recursos artísticos que Pablo Picasso despliega en la carpeta de grabados Sueño y mentira de Franco y su contextualización con la iconografía izquierdista de la época, eje de la exposición Viñetas en el frente, inaugurada el pasado lunes en el Museo Picasso Málaga (MPM), ha quedado en un segundo plano; la muestra ha trasmutado en la particular caja de Pandora de la pinacoteca de calle San Agustín, que vive estos días la mayor crisis de su corta historia.

La nuera del pintor del Guernica, Christine Ruiz-Picasso, se negó a inaugurar la citada muestra al considerar que con ella se hacía una «utilización política y oportunista» de la obra del genio malagueño. Su enfado ha sido tal que incluso ha pedido la cabeza del director artístico del museo, José Lebrero, alegando una «pérdida de confianza» en su gestión. Así se lo ha comunicado a la Junta de Andalucía en una carta, según confirmó ayer el consejero de Cultura andaluz, Paulino Plata, que anunció que el Patronato del MPM se reunirá mañana para debatir sobre la continuidad de Lebrero.

Según fuentes cercanas al Patronato, Christine Ruiz-Picasso sostiene que, en una reunión celebrada hace un par de meses, manifestó a Lebrero su negativa a la muestra Viñetas en el frente. Según la legataria de la colección del MPM, el director artístico la tranquilizó indicándole que la exposición no se llevaría a cabo.

Por su parte, Paulino Plata dijo ayer que la petición de dimisión de José Lebrero «no es una cuestión nueva que surja con motivo de la polémica» sobre la muestra, sino que «es la polémica».

Defensa

Ante tal anuncio, el mundo del arte, tanto a nivel local como nacional, ha salido en defensa del director artístico de la pinacoteca. Un total de ocho asociaciones de artistas, críticos y galeristas de distintos puntos del país han mostrado su «apoyo sin fisuras» a José Lebrero. En un comunicado, estas asociaciones afirman que «nada justifica que se cuestione la continuidad del director, un profesional de brillante trayectoria cuyo proyecto para el museo fue elegido por el propio Patronato de la Fundación mediante concurso abierto». Del mismo modo, califican de «excelente» el trabajo de contextualización de la obra de Picasso en la muestra Viñetas en el frente, una coproducción con el Museo Picasso de Barcelona, ciudad donde también fue exhibida «sin que nadie le achacara en ningún momento el carácter electoralista» que Christine Ruiz-Picasso «le atribuye».

Además del comunicado, que firman la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo; el Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales; el Consorcio de Galerías Españolas de Arte Contemporáneo; el Instituto de Arte Contemporáneo; Mujeres en las Artes Visuales; la Plataforma de Profesionales del Arte Contemporáneo de Córdoba; la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales; y la Unión de Artistas Visuales de Andalucía, se ha creado una página web (www.porelarte.es) para recabar adhesiones individuales en apoyo de Lebrero.

En las redes sociales, la noticia también ha tenido una notable repercusión. En Facebook, ayer se creó un grupo que, bajo el nombre No a la destitución de José Lebrero, cuenta ya con más de 400 miembros. En Twitter también abundaban los comentarios en apoyo al responsable artístico del MPM. La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, escribía ayer en su cuenta «no entender» las críticas vertidas a la exposición Viñetas en el frente. Para terminar diciendo: «Si Picasso levantara la cabeza...».

Resulta paradójico que el Museo Picasso Málaga haya vivido con José Lebrero al frente, desde su llegada en 2009, una de sus etapas más fructíferas, tanto a nivel expositivo como en número de actividades. El aumento de visitas a las muestras del Palacio de Buenavista es otro de los factores que avalan la gestión del director artístico.

A falta de 24 horas para que se decida el futuro del tercer director del Museo Picasso, tras Carmen Giménez y Bernardo Laniado-Romero, se impone el silencio de los protagonistas del enfrentamiento. Ni José Lebrero ni el propio museo quieren realizar declaración alguna. Tampoco Christine Ruiz-Picasso ha querido dar más detalles que los expuestos en la carta que entregó a los medios el día de la inauguración de Viñetas en el frente, en la que aseguraba que «el Museo Picasso debe ser museo de la paz y no el de la regresión con referencias al pasado». La Junta tampoco ha comunicado qué postura adoptará mañana.

Las dimensiones de la crisis que vive el Museo Picasso están aún por concretar: todos los frentes parecen abiertos ante la ausente mirada del genio pintor.