La cantante portuguesa Misia estará en el Teatro Cervantes el próximo 10 de julio para presentar Senhora da noite. Un trabajo con el que explora el mundo de la mujer a través de los textos de poetisas, escritoras y cantantes portuguesas, y algunos escritos por ella misma, que hablan de prostitución, traición o sobre la mujer que espera a su amante. Pero el álbum, sobre todo, es un tributo a la reina del fado, Amália Rodrigues, y a 20 años de carrera.

Viene a Málaga a cantar fado con Senhora da Noite, el décimo disco que publica en una carrera musical que suma ya dos décadas.

Sí, porque después de Ruas, que era un disco en el que había incursiones en otras culturas, este es un retorno al fado. Viví cinco años en París y ahora he vuelto a Lisboa. La idea de hacer un disco de fado tradicional con letras escritas por mujeres me surgió cuando hice Garras dos sentidos, el primer disco que hubo de la discografía de fado en Portugal que presentaba un concepto tradicional con poetas. No era purista a nivel de los arreglos y demás, pero digamos que la base, la idea, era muy simple. Y pensaba entonces que un día haría algo así pero solo con mujeres. Es extraño que desde 1998 hasta ahora nadie lo haya hecho. La vuelta a Lisboa me ha permitido buscar a poetas, con la particularidad de que hay tres cantantes de fado que han escrito para este disco, una es Amalia Rodrígues, otra Aldina Duarte y la otra soy yo. También Adriana Calcanhoto, que ha hecho un poema precioso, en la que hemos dejado todo lo brasileiro. Quisiera destacar los arreglos de Carlos Acevedo, que son arreglos de fado tradicional hechos por un pianista experto en música barroca, jazz, y de fado.

¿Tenía necesidad de volver a lo que fueron sus raíces, a reinventarse otra vez como ha hecho en los discos anteriores?

No, hago lo que quiero hacer en cada momento y nunca escucho los discos anteriores. Durante una época hubo una gran inflación de voces de fado, el fado estaba se moda, y sigue estando, había un poco de confusión y me aparté. Hice los discos Canto, con música de Carlos Paredes, otro de tangos y boleros Drama Box, el anterior Ruas, y ahora que la situación está más definida y sabemos quién puede hacer el qué, me apetecía hacer fado.

¿Le disgusta el ruido mediático que se ha creado alrededor de llamado nuevo fado?

Es bueno que ocurra esto, y el simple hecho de calificar de nueva generación es ya una confusión, porque dentro de esa nueva generación hay personas que hacen cosas singulares y especiales y otros que cantan como se ha hecho siempre, lo único que es una cuestión biológica.

En Ruas, de 2009, Misia se acercó a músicas distantes de su palo habitual, con lecturas a Joy Division, Nine Inch Nails, Camarón o Cuco Sánchez,..., artistas que según cuenta cantan a las emociones y sentimientos al igual que el fado.

También he hecho, y no hay discos de ello, Los ocho pecados capitales, de Kurt Weill, La historia de un soldado, de Stravinsky... Soy muy camaleónica y mimética, absorbo muchas influencias sin dejar de ser yo. El público sabe que en el fado es donde mi sensibilidad aflora, por encima de cualquier otro tipo de música. Supongo que tiene que ver con mi infancia. Soy muchas, como decía Pessoa, portuguesa de madre española con una cultura ibérica y universal. En cuanto a esos artistas, son fados como fatalidad, y estoy segura de que si Edith Piaf fuera portuguesa habría cantado fados, y si Amalia Rodrígues hubiera sido francesa cantaría canción realista. Es la necesidad de sobrevivir, y por haber nacido en Portugal canto fados. Con el disco anterior tenía miedo, sobre todo por los portugueses, a qué dirían si cantaba flamenco.