En aquel verano de 1951 ningún malagueño esperaba que su ciudad iba a contar desde ese momento con un monumento que, 60 años después, seguiría siendo foco de atención. El Teatro Romano de Málaga ha celebrado este año el 60 aniversario de su descubrimiento con más de dos millones de visitas y con la celebración de un espectáculo que le ha devuelto su uso escénico tras veinte años.

El coliseo malagueño fue descubierto en el verano de 1951 y los primeros trabajos arqueológicos para la comprobación de la existencia de este espacio fueron paralizados en 1952; no obstante, en 1958 se reanudaron las excavaciones. Más tarde, en concreto en 1960 y 1963, el arquitecto Pons Sorolla restauró la cávea y entre 1958 y 1984 el Teatro Romano fue usado como espacio escénico durante los veranos. Cabe recordar, de igual modo, que sobre 1988 se hizo publico que se debía demoler la Casa de la Cultura para poder de este modo recuperar en su totalidad el espacio.

Así, durante julio y agosto de 1989 la Consejería de Cultura realizó unas excavaciones en el patio de la Casa de la Cultura como paso previo a la toma de decisión de demoler el edificio del Archivo y Biblioteca. En septiembre, y en función del informe técnico, se adoptó la decisión de demoler la Casa de la Cultura.

No es hasta enero de 1995 cuando se comienza el derribo, aunque los trabajos de limpieza se prolongaron durante agosto-septiembre de 1995; julio de 1996 y marzo-abril de 1998, según informó la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.

Por otro lado, en julio de 1999 se firmó un convenio de colaboración entre la Consejería de Cultura, Autopista del Sol, World Monuments Fund y la Fundación Unicaja para la puesta en valor del Teatro Romano, que tuvo una duración de unos cuatro años. Un año más tarde, en 2000, se estuvo trabajando en los estudios previos para la restauración de la cávea media y en la demolición de los cimientos de la casa de la Cultura.

Asimismo, en los meses de noviembre de ese mismo año y febrero de 2011 se excavó en el lado norte de la escena, además de otros trabajos.

Continuando en orden cronológico, cabe recordar que entre 2001 y 2002 el arquitecto Rafael Martín realizó la restauración de la cávea media, así como que se procedió al desmontaje de los elementos localizados en el centro de la escena para preparar la zona en la que residiría la tarima del pulpitum del teatro.

En años posteriores se continuó con diferentes trabajos como la localización de los drenajes originales o la limpieza y consolidación de los mármoles de la orchestra; se trabajó sobre la bóveda del aditus maximus sur y también en el derribo parcial de taludes inestables bajo la ladera de la Alcazaba.

Inauguración

El 27 de octubre de 2003 se inauguró el Teatro Romano para la visita, coincidiendo con la apertura del Museo Picasso Málaga, por lo que, previo a esta apertura, los arquitectos José Ramón Cruz y Antonio Tejedor completaron la limpieza de parte de la ladera del monte de la Alcazaba, su parcial ajardinado y el tratamiento de las medianeras de las casas junto al teatro, entre otras actuaciones.

Así, para la apertura en octubre de 2003 se dotó al teatro con un mirador en la parte alta de la cávea junto a la Alcazaba, mirador que en su base reconstruye en sus líneas de acero y madera el volumen de las gradas que faltan en ese lado y que, fundamentalmente permite una vista completa del teatro en ese sector, a la vez que sirve de acceso a la zona de la cávea acotada para la visita turística.

Por otro lado, las intervenciones puntuales realizadas entre 2004 y 2007 han estado relacionadas con la proyección y construcción del Centro de Interpretación del Teatro Romano, llevada a cabo entre los años 2007 y 2009, siendo la apertura del espacio en octubre de 2010.

El pasado jueves, el Teatro Romano de Málaga volvió acoger una representación escénica, en este caso organizada por el Ayuntamiento de Málaga, un «acto simbólico» en el que se unieron la música, la pintura y la literatura y con el que se cerraban cerca de dos décadas sin que el vetusto escenario malagueño acogiese actividad cultural alguna.