Hace ya unos días que en Málaga se huele el terror. La fiesta del miedo, el disfraz macabro, los esqueletos y las tinieblas es ya una de las más esperadas por los malagueños. Halloween llegó hace unos años a nuestra ciudad y lo hizo para quedarse. Tanto en la capital como en la provincia se han organizado un sinfín de actividades para celebrar esta fiesta de origen celta, muy popular en los Estados Unidos y que ya está señalada en rojo también en nuestro calendario.

Las visitas al cementerio y los huesos de santo, propias de Todos los Santos, han dado paso a las grandes fiestas de disfraces, a las calabazas y a las galletas con forma de esqueleto. Todo un fenómeno que han sabido aprovechar todo tipo de comercios y locales. Los que más disfrutan y celebran esta noche de los muertos vivientes son los niños, que enseguida han cogido el gancho del truco o trato para tirarse a las calles en busca de caramelos. Y, por supuesto, también los jovenes, que han adaptado como suya esta celebración y que ya ninguno quiere perderse. Los expertos aseguran que internet, el cine y la televisión son los mayores responsables de que nuestros adolescentes hayan adaptado a nuestra cultura una de las fiestas americanas.

Así lo afirma el educador social Javier Madrid: «Halloween es el ejemplo sociológico de cómo una fiesta específica de los Estados Unidos, Irlanda y otros países del ámbito anglosajón, ha invadido, o mejor, ha sido adoptada por los jóvenes de nuestro país y nuestro entorno cultural. Es una tradición ajena a nuestra cultura. El mundo global en el que vivimos, la rapidez con la que circula la información ha conseguido que nuestros jóvenes, la adopten, sin saber el origen y qué significa esta fiesta. Gran parte del éxito de esta celebración tiene que ver con la estética con la que se presenta en sociedad esta fiesta: vampiros, brujas, zombies, son elementos muy atrayentes para los jóvenes que gozan con los misterios del más allá y las pelis de miedo», asevera Javier.

Negocio

Las calaveras, las lápidas, las momias y toda serie de artículos tenebrosos invaden los comercios durante estos días. Según afirma Javier Madrid, ellos son uno de los mayores beneficiarios y propulsores de la celebración en España y en Málaga de esta fiesta un poco carnavalera que transforma la ciudad la noche del 31 de octubre.

Las tiendas de disfraces han multiplicado sus ventas en los últimos años, llegando casi a despachar tantos atuendos como en el mes de febrero, el de Don Carnal. Laura Sevilla es dueña de Toy Planet, un comercio que según su dueña ha vendido esta temporada más disfraces de Halloween que nunca. «Este año hemos vendido más disfraces incluso que el año pasado, el hecho de que la noche de Halloween haya coincidido con el puente puede ser una de las causas. No llegamos a vender tantos disfraces como en Carnaval, pero ha ido bastante bien» dice.

Según esta comerciante casi todos los colegios celebran Halloween y es el disfraz infantil lo que más se ha vendido. Para los mayores: los complementos. Nadie se quiere quedar sin su máscara, guadaña o sangre artificial.

Marcha de zombies

Y es que el ambiente de Halloween ya se apoderó ayer del Centro. Anoche se celebró la tercera edición de la Marcha Zombi. Cientos de monstruos se citaron en la Plaza de la Constitución para recorrer las principales calles del casco antiguo. «Se trata de una iniciativa para pasarlo bien. Todos aquellos que nos sentimos atraídos por el mundo de los zombis nos apuntamos a esta marcha que ya está cogiendo fuerza en la ciudad; nos adelantamos un poco a la noche de Halloween para ir abriendo boca», señala Joaquín, uno de los organizadores. Los amantes de estos muertos muy vivos transformaron el Centro, con sus conseguidísimas caracterizaciones. Quizás esto sea sólo una muestra de los que nos espera mañana. Ah, por cierto, ya saben: si unos pequeños monstruitos les gritan eso de «Truco o trato» tengan a mano un buen puñado de caramelos.