La cantante Pasión Vega (Madrid, 1976) regresa a Málaga, ciudad donde pasó su infancia y juventud y en la que se forjó como lo que hoy día es: una referencia imprescindible de la actual canción española. Y lo hace para presentar su más reciente trabajo discográfico, Sin compasión, un disco donde el fado se abraza al bolero y éste, a su vez, a la balada, al pop y a las cadencias latinas. Hoy y mañana (21.00 horas), Pasión Vega mostrará sobre la tablas del Teatro Cervantes la experiencia adquirida en sus años carrera artística, que inició cantando, siendo una chiquilla, en la parroquia del barrio de Nueva Málaga.

«Acudo con mucha alegría, satisfacción y orgullo de volver a casa, a mi tierra, y a este teatro donde tantas y tan bonitas noches he vivido», explicó ayer la cantante, que confesó que, a pesar del tiempo transcurrido y los éxitos, siente que hoy día es «la Pasión Vega que soñaba ser» cuando se subía por primera vez a cantar a las tablas del coliseo malagueño. También asegura sentirse cada vez «más libre» de hacer lo que siente «en cada momento».

El reconocimiento acompaña a la cantante allí por donde va. También en su ciudad, donde ha logrado despachar casi la totalidad de las localidades disponibles para las dos veladas programadas. «Quedan muy pocas entradas. En estos tiempos que corren es toda una alegría ver cómo un artista llena un teatro. Y esa alegría es doble cuando el protagonista es de Málaga, como en este caso», señaló el director de producción del Cervantes, Miguel Gallego.

Publicado el pasado mes de septiembre, Sin compasión es un recorrido musical por los cuatro puntos cardinales y centrado en el mestizaje de ritmos caribeños, lisboetas y africanos. «Es un disco lleno de inquietudes, pero que no pierde nunca de vista la raíz ni ese norte que en mi caso es el sur: Andalucía», apuntó Pasión, que adelantó que ofrecerá muchas sorpresas sobre el escenario y que dedicará una parte de sus actuaciones a recordar los temas de sus comienzos. «Esas canciones que hace mucho tiempo que no canto y que la gente me sigue pidiendo», explicó. «Perfilar el repertorio tiene mucha dificultad, aunque me inclino más por presentar canciones nuevas. Las canciones van adquiriendo vida propia en los directos, por eso intento estrenar el máximo número de nuevas canciones».

Compositores como Joaquín Sabina, Javier Ruibal y Arturo Pareja Obregón han apoyado con sus creaciones la trayectoria de Pasión Vega, que en Sin compasión cuenta con la colaboración de autores como Pedro Guerra, Jesús Bienvenido («un valor en alza dentro de mi música», señaló), Manuel Carrasco y Antonio Romera, entre otros. «Si una canción es capaz de emocionarme a mí, sé que al púbico le puede emocionar», sostiene la artista, que asegura que interpretar composiciones de autores de la talla de Sabina o Pedro Guerra le tranquiliza porque sabe que «son buenas canciones».

Sin compasión es el llamativo título de su sexto álbum de estudio –primero con temas inéditos desde que en 2006 lanzase La reina del Pay Pay–, cuyo origen se encuentra en la intencionalidad de las propias canciones: «Temas donde no hay medias tintas y que van directas al corazón del espectador», señaló la artista, que también hizo referencia, para explicar el título de su álbum, al fallecimiento de su madre. «A veces la vida es poco compasiva, y la pérdida de mi madre también tuvo que ver en ese proceso. La vida a veces es así: una puñeta en algunos momentos». En lo que no pierde la pasión Pasión Vega es en seguir deleitando a sus admiradores con la calidez de su voz y el resplandor de su sonrisa.