Una de las fábricas más genuinas del hip-hop en nuestro país es Málaga. Desde hace más de veinticinco años, no hemos parado de producir buena música y baile, además de ser un lugar de referencia para los amantes de la cultura urbana. En las grandes ciudades españolas empezaron hace casi tres décadas a tomar como referencia la música y la cultura que provenía de los suburbios de las grandes conurbaciones estadounidenses y, muy pronto, el rap era un nuevo estilo de vida que prendió en el corazón de muchos jóvenes. La mayoría de ellos ante la falta de perspectiva y de futuro, conformaron distintos grupos a los que la música servía de catalizador para juntos defenderse de la adversidad y soñar en un mundo más justo.

La Málaga de los ochenta era un conglomerado de tribus urbanas donde proliferaban rockeros, mods, vanguardistas, pijos, heavilones y hasta skinheads. Pronto se uniría un nuevo clan que hasta nuestros días no ha parado de exportar artistas al resto del planeta. Todas las navidades se producía un evento clave para los adolescentes de entonces. En el Centro de Exposiciones Sur de Renfe se celebraba anualmente un encuentro dedicado a los más jóvenes denominado Juvensur. Allí se gestó el comienzo gracias a la celebración de un concurso de hip-hop que propició que muchos seguidores de esta tendencia cultural se conocieran y, a partir de entonces, decidieran no parar de gestar acciones y proyectos juntos; así nacía la primera banda malagueña de relevancia en el mundo del hip-hop, en un primer momento pensada como un colectivo de músicos, bailarines y escritores de graffiti y finalmente constituida como grupo musical, los llamados Nazión Sur. El productor y DJ Narko; Rayka, de Hablando en Plata, Roberto Cantero; productor de Chambao y músico, y Spanish Fly; fundador del afamado grupo Triple X (recientemente separados), fueron los pioneros de una posterior carrera en ascenso de la cultura y la música rapera en Málaga.

En los primeros años de la década de los noventa, la zona oeste de la ciudad era un hervidero de músicos ensayando y actuando. En barriadas como Puerta Blanca (en su mercado), San Andrés o en las proximidades de calle Gaucín, afloraban los locales de ensayo donde decenas de bandas malagueñas animaban la escena, en una época dorada para la música en nuestra ciudad. Precisamente en un local de la barriada de Ardira, donde muchos grupos; desde el doom metal, pasando por el heavy y terminando por el hip-hop, ensayaban los Nazión Sur, tenían su cuartel general.

Los vagones de tren, los muros que rodeaban las vías en San Andrés y el callejón de la LKP (la quinta del porro) eran, a su vez, lugares de peregrinación para un nutrido grupo de escritores de graffiti que hicieron de esos años una reivindicación constante de esta emergente cultura que tenía entre otras motivaciones, la lucha contra algunos grupos de ideología neonazi, muy prolíficos por aquel entonces. También bandas como Los Raperos del Sur, con Gurú Jesús entre sus miembros, y Danza Invisible animaron el ambiente de esos años.

A mediados de los noventa y, a raíz de la separación de los integrantes de Nazión sur, surgen otras bandas como Hablando en Plata fruto de la unión de Rayka y Capaz, al que se unió posteriormente Sicario. Tras colaborar con el mc y productor Frank T, miembro de los míticos El Club de los Poetas Violentos (CPV); que después de 15 años volverán a editar un disco, los Hablando en Plata empezaron a darse a conocer con fuerza en el panorama hiphopero nacional. Posteriormente, la fama llegó para Triple X y nuevos raperos o productores como Keyo, Jefe de la M, Hozone o Juho.

Actualmente la banda de dancehall Shabu One acaba de sacar disco y siguen con su creciente carrera, los Hablando en Plata preparan otro LP y Sicario ha grabado su último trabajo en Los Ángeles con los Soul Assassins. Spanish Fly, Gordo Master y Capaz han hecho lo propio. También Roberto Cantero está grabando un EP con una banda acústica y con Malagueta (Picos Pardos). La punta de lanza se la lleva Elphomega con su nuevo trabajo, Phantom pop, está siendo de lo más reverenciado.

Pero siempre detrás de todo éxito hay personajes invisibles pero imprescindibles; es el caso de Salvatore Apa, manager y productor de eventos y, sobre todo, un apasionado de la cultura urbana y hiphopera de Málaga. Su trabajo incesante desde hace años, tiene mucho que ver con que esta ciudad tenga sello de referencia en el panorama del hip-hop nacional. No se sube a cantar, su foto no sale en ninguna portada, pero su esfuerzo es necesario y fundamental. Mil gracias.