El poeta y articulista de La Opinión de Málaga Jesús Aguado presentó ayer El fugitivo. Poesía Reunida (1985-2010), dentro del ciclo Todo está en los libros del Instituto Municipal del Libro. El acto, presentado por el escritor Guillermo Busutil, se celebró en el Museo del Patrimonio Municipal.

Bajo el sello editorial Vaso Roto, toda la obra poética del autor madrileño está compilada en este volumen, de unas 600 páginas. En esta obra se recoge la diversidad creativa de Aguado, con los versos de Los amores imposibles, ganadora del premio Hiperión en 1990, así como La gorda y otros poemas y Heridas.

Sus distintos registros quedan plasmados en este trabajo, desde Primeros poemas del naufragio (1984) hasta su último poemario, Verbos (2010). «Este libro me ha dado la oportunidad de reestructurar y corregir la primera parte de mi obra. De hecho, un montón de poemas se han corregido tanto que se puede decir que son nuevos, completamente diferentes. Los he ordenado por etapas y temáticas. Les he hecho un auténtico lifting y aún así han salido 600 páginas.

En este volumen de poesía reunida aparecen sus temas de siempre: su amor por la India, que le ha dado muchos poemas y libros, el amor o la reflexión sobre el lenguaje. Respecto al título de este poemario, El fugitivo, Aguado afirma: «La poesía es una manera de liberarme de las prisiones, de las cárceles que la sociedad le va poniendo a uno».

El poeta, que vive hace siete años en Barcelona, califica de «error histórico» decir que la cultura sobra y que en épocas de crisis lo primero que hay que hacer es recortar el gasto cultural. «Debería ser todo lo contrario, hay que sacar un mayor nivel cultural en estas etapas. Esta situación, también es una cárcel en sí misma».

En este sentido, el poeta madrileño se muestra preocupado por la situación del mundo editorial. «Las ventas de libros, en general, han bajado, pero los de poesía han caído un 80% en los últimos tres o cuatro años. Eso es brutal. Esto significa que van a desaparecer editoriales, librerías, a los poetas les cuesta cada vez más publicar, se van cerrando premios también, que era una forma de que los jóvenes poetas publicaran su primera obra. Todo esto es una barbaridad», observa.

Además de su labor de traductor, Aguado está dedicado a la cultura de la India y también ha trabajado como editor y antologista de varias publicaciones, como las colecciones Maremoto, Puerta del Mar y El bocado de Bárbara.